Encontrados 92 resultados para: Gritos

  • Todo el pueblo lo quería, incluso los oficiales de Saúl. Cuando David volvió con el pueblo después de haber derrotado al filisteo, las mujeres salieron de todas las ciudades de Israel al encuentro del rey Saúl, con tambores y arpas y con gritos de alegría. (1 Samuel 18, 6)

  • Entonces se pusieron a llorar a gritos hasta quedar rendidos. (1 Samuel 30, 4)

  • El rey, mientras tanto, con el rostro cubierto, daba fuertes gritos, diciendo: «Hijo mío, ¡Absalón!, Absalón, hijo mío..., ¡hijo mío! » (2 Samuel 19, 5)

  • ¿A quién piensas que has insultado tú, y de quién has blasfemado? ¿Para quién tus gritos y tu mirada desafiante? ¡Para el Santo de Israel! (2 Reyes 19, 22)

  • Juraron, pues, a Yavé en alta voz, con gritos de júbilo y al son de trompetas y cuernos, (2 Crónicas 15, 14)

  • Cuando los jefes de los carros de guerra vieron a Josafat, pensaron que era el rey de Israel y lo rodearon para cargar contra él. Pero Josafat invocó a gritos a Yavé y éste lo socorrió y los alejó de él. (2 Crónicas 18, 31)

  • Los levitas de las familias quehatita y coreíta se levantaron y alabaron con gritos a Yavé, el Dios de Israel. (2 Crónicas 20, 19)

  • Atalía, al escuchar los gritos del pueblo que corría y aclamaba al rey, vino a la Casa de Yavé, donde estaba el pueblo. (2 Crónicas 23, 12)

  • Cantando y alabando, daban gracias a Yavé: «Porque es bueno, porque es eterno su amor para Israel.» Todo el pueblo lanzaba gritos con grandes clamores, alabando a Yavé porque se ponían los cimientos de la Casa de Yavé. (Esdras 3, 11)

  • Muchos de los sacerdotes, levitas y de los más ancianos jefes de familia que habían conocido la casa primera, lloraban con grandes gemidos, mientras se ponían los cimientos. Pero otros lanzaban gritos de alegría, (Esdras 3, 12)

  • y el pueblo no podía distinguir entre los gritos de júbilo y el clamor de los llantos, porque gritaba con alegría, y el ruido se escuchaba hasta lejos. (Esdras 3, 13)

  • Al terminar, todo el pueblo dio gritos de alegría, que se escucharon en toda la ciudad. (Judit 14, 9)


“Caminhe sempre e somente no bem e dê, cada dia, um passo à frente na linha vertical, de baixo para cima.” São Padre Pio de Pietrelcina