Encontrados 40 resultados para: Isacar

  • Josafat, hijo de Faruaj, en Isacar; (1 Reyes 4, 17)

  • Basá, hijo de Ajías, de la tribu de Isacar, conspiró contra él y lo mató en Guibetón de los filisteos, cuando Nadab y todo Israel estaban asediando esta ciudad. (1 Reyes 15, 27)

  • Estos son los hijos de Israel: Rubén, Simeón, Leví y Judá, Isacar y Zabulón, (1 Crónicas 2, 1)

  • A los hijos de Guersón, según sus familias, trece ciudades de la tribu de Isacar, de la tribu de Aser, de la tribu de Neftalí y de la tribu de Manasés, en el Basán. (1 Crónicas 6, 47)

  • De la tribu de Isacar, Cadés con sus pastizales, Dobrat con sus pastizales, (1 Crónicas 6, 57)

  • Hijos de Isacar: Tolá, Puá, Yasub, Simrón: cuatro. (1 Crónicas 7, 1)

  • Sus hermanos, de todas las familias de Isacar, eran ochenta y siete mil esforzados guerreros, inscritos todos ellos en las genealogías. (1 Crónicas 7, 5)

  • De los hijos de Isacar, expertos en distinguir las oportunidades y saber lo que Israel debía hacer, doscientos jefes, y todos sus hermanos bajo sus órdenes. (1 Crónicas 12, 33)

  • Además, de los pueblos vecinos e incluso de Isacar, Zabulón y Neftalí, traían comida, en burros, camellos, mulos y bueyes; provisiones de harina, tortas de higo y pasas, vino, aceite, ganado mayor y menor en abundancia, pues reinaba la alegría en Israel. (1 Crónicas 12, 41)

  • Amiel, el sexto; Isacar, el séptimo; Peualty, el octavo; pues Yavé le había bendecido. (1 Crónicas 26, 5)

  • De la de Isacar, Amrí, hijo de Micael. De la de Zabulón, Jesmaías, hijo de Abdías. De la de Neftalí, Jerimot Asriel. (1 Crónicas 27, 19)

  • Pues una gran parte del pueblo, muchos de Efraím, de Manasés, de Isacar, y de Zabulón, no se habían purificado y con todo comieron la Pascua sin observar lo escrito. Pero Ezequías rezó por ellos diciendo: «Que Yavé que es bueno perdone (2 Crónicas 30, 18)


“O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina