Encontrados 392 resultados para: Judíos

  • Pero que, como el rey había conocido oportunamente sus intenciones, había ordenado por decreto que recayese sobre su cabeza el mal que pensaba hacerles a los judíos y lo había mandado ahorcar junto con sus hijos. (Ester 9, 25)

  • Por eso tales días se llaman Purim, que viene de la palabra Pur. Debido a lo expresado en esta carta y a lo que ellos mismos habían visto y vivido, los judíos, junto con sus descendientes y con los que se les agregaran en el futuro, se comprometieron a celebrar anualmente y sin falta estos dos días, en la fecha indicada, según se lo pedía Mardoqueo. (Ester 9, 26)

  • no perderían estos hechos actualidad entre los judíos, ni su memoria se borraría en el porvenir. (Ester 9, 28)

  • Las cartas fueron despachadas a todos los judíos de las ciento veintisiete provincias del imperio, ordenándoles, con palabras de paz y de amistad, (Ester 9, 30)

  • Así se lee, en efecto, que Mardoqueo era el primer ministro del rey; que fue muy apreciado por los judíos y querido por todos sus hermanos; que procuró siempre el bien de su pueblo y vivió preocupado de la felicidad de sus connacionales. (Ester 10, 3)

  • Pero hemos descubierto que los judíos, condenados a muerte por ese triple criminal, no son malhechores, sino al contrario, se gobiernan por leyes muy justas. (Ester 16, 15)

  • Coloquen una copia de esta carta en todo lugar público, dejen que los judíos observen sus propias costumbres (Ester 16, 19)

  • Entre tanto, los delegados del rey que obligaban a los judíos a renegar de su religión, llegaron a Modín para organizar un acto sagrado. (1 Macabeos 2, 15)

  • para caer sobre los judíos y desbaratarlos por sorpresa. Tenía con él la gente de la ciudadela, que lo guiaban. (1 Macabeos 4, 2)

  • Los paganos miraron por este lado y vieron que los judíos bajaban hacia ellos; (1 Macabeos 4, 12)

  • y decidieron exterminar a los descendientes de Jacob que vivían entre ellos; y comenzaron a matar y expulsar a los judíos. (1 Macabeos 5, 2)

  • Luego recordó la maldad de los hijos de Bayán, que habían sido tropiezo y plaga para los judíos, asaltándolos en los caminos. (1 Macabeos 5, 4)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina