Encontrados 98 resultados para: Juramento

  • Godolías les declaró con juramento a ellos y a sus hombres: «No teman estar al servicio de los caldeos, quédense en el país y sirvan al rey de Babilonia, y les irá bien.» (2 Reyes 25, 24)

  • El pacto conseguido con Abraham, el juramento que hizo a Isaac. (1 Crónicas 16, 16)

  • y todo Judá se alegró con motivo del juramento, porque de todo corazón habían prestado juramento, y con plena voluntad habían buscado a Yavé. Por eso él se dejó hallar de ellos; y les dio paz por todas partes. (2 Crónicas 15, 15)

  • éstos se comprometieron bajo juramento a despedir a sus mujeres y ofrecieron por su pecado un carnero en sacrificio de reparación. (Esdras 10, 19)

  • Todos éstos, junto con los jefes, sus hermanos, se comprometen por juramento a proceder conforme a la Ley de Dios, promulgada por medio de Moisés, siervo de Dios, y a guardar y cumplir todos los preceptos de Yavé, Dios nuestro, y sus normas y leyes. (Nehemías 10, 30)

  • Por otra parte, eres testigo del juramento de Ragüel, que no puedo quebrantar.» Rafael salió para Ragués de Media y se hospedó en casa de Gabael. Le presentó el recibo y Gabael le entregó todos los sacos de dinero que estaban sellados. (Tobías 9, 5)

  • Pero el pueblo padecía mucha sed y nos obligaron a cumplir nuestra palabra, y a comprometernos con un juramento que no podemos romper. (Judit 8, 30)

  • del pacto que con Abrahán concluyó, y de su juramento a Isaac. (Salmos 105, 9)

  • He hecho un juramento y lo mantendré de guardar tus justos juicios. (Salmos 119, 106)

  • cuando hizo un juramento al Señor, una promesa al Fuerte de Jacob: (Salmos 132, 2)

  • Cuando el rey y los generales se hubieron comprometido con juramento, los judíos salieron de la fortaleza. (1 Macabeos 6, 61)

  • El rey subió al monte Sión y, cuando vio las defensas, quebrantó su juramento y mandó destruir el muro que lo cercaba. (1 Macabeos 6, 62)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina