Encontrados 44 resultados para: Leña

  • Los que lo encontraron recogiendo leña lo llevaron a Moisés, a Aarón y a toda la comunidad. (Números 15, 33)

  • Después el sacerdote tomará leña de cedro, de hisopo y de granado y la echará a la hoguera donde se queme la vaca. (Números 19, 6)

  • Por ejemplo, si alguno va al bosque con un compañero a cortar leña y mientras maneja el hacha para cortar el árbol, se sale el hierro del mango y va a herir mortalmente a su compañero; éste puede huir a una de estas ciudades y así salvarse. (Deuteronomio 19, 5)

  • con sus hijos, hijas y esposas. También el forastero que vive en tu campo para cortar la leña o para acarrear agua. (Deuteronomio 29, 10)

  • En adelante serán malditos y siempre permanecerán como cortadores de leña y acarreadores de agua para la Casa de mi Dios.» (Josué 9, 23)

  • Después levantarás un altar a Yavé sobre esta cumbre y me sacrificarás el toro, quemándolo con la leña del tronco sagrado.» (Jueces 6, 26)

  • Además, señor, puede disponer de mis bueyes para el holocausto y como leña puede usar la rastra y los yugos. (2 Samuel 24, 22)

  • Se levantó, pues, y se fue a Sarepta. Al llegar a la entrada de la ciudad, vio a una viuda que recogía leña. Elías la llamó y le dijo: «Tráeme, por favor, un poco de agua en tu cántaro para beber.» (1 Reyes 17, 10)

  • Que nos den dos novillos; que ellos elijan uno, que lo despedacen y lo pongan sobre la leña para el sacrificio sin prenderle fuego. Yo haré lo mismo con el otro y lo pondré sobre la leña sin prenderle fuego. (1 Reyes 18, 23)

  • acomodó la leña, descuartizó el novillo, y lo puso sobre la leña. (1 Reyes 18, 33)

  • Ordenó entonces: «Lleven cuatro cántaros de agua y échenla sobre la víctima y sobre la leña.» La echaron y Elías dijo: «Otra vez.» Y tres veces hicieron lo mismo. (1 Reyes 18, 34)

  • Entonces bajó el fuego de Yavé, que devoró al novillo del sacrificio y la leña, y absorbió el agua de la zanja. (1 Reyes 18, 38)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina