Encontrados 424 resultados para: Libro de Josué

  • Entonces Yavé tocó el corazón de Zorobabel, de Josué y de todo el pueblo, quienes empezaron la reconstrucción de la Casa de Yavé de los Ejércitos, su Dios. (Ageo 1, 14)

  • que transmitiera el siguiente recado a Zorobabel, gobernador de Judá, y a Josué, sumo sacerdote, y a todo el pueblo en general: LA GLORIA DEL TEMPLO NUEVO (Ageo 2, 2)

  • Sin embargo, a ustedes les digo, Zorobabel, Josué y todos ustedes que son el pueblo del país, que no se desanimen. Pónganse a trabajar y yo estaré con ustedes, - palabra de Yavé de los Ejércitos. (Ageo 2, 4)

  • Yavé presentó ante mis ojos a Josué, el gran sacerdote. Estaba éste frente al ángel de Yavé, y tenía a su derecha a Satán, que lo estaba acusando. (Zacarías 3, 1)

  • Ahora bien, Josué estaba vestido con ropas sucias, mientras permanecía en presencia del ángel de Yavé. (Zacarías 3, 3)

  • Luego el ángel de Yavé dijo a Josué: «Ahora te he dejado libre de tu falta.» En seguida, el ángel hizo a Josué esta advertencia: (Zacarías 3, 6)

  • «Esto te manda decir Yavé: Si andas por mis caminos y respetas mis disposiciones, tú mismo gobernarás mi Casa y cuidarás de sus patios. Yo dejaré que formes parte de los que están aquí presentes. (9a) Pues pongo ahora delante de Josué una piedra que reluce como si tuviera siete ojos y yo mismo escribo en ella la inscripción.» (Zacarías 3, 7)

  • Escucha, pues, Josué, sumo sacerdote, tú y tus compañeros que se sientan en tu presencia, pues todos ustedes son personas importantes. (9b) Voy a traer acá a mi servidor, el Brote, (Zacarías 3, 8)

  • Tuve otra visión: un libro iba volando. (Zacarías 5, 1)

  • Cuando el ángel me preguntó qué veía yo, le respondí: «Veo un libro que va volando; mide como diez metros de largo por cinco de ancho.» (Zacarías 5, 2)

  • Con el oro y plata recolectados harás una corona que pondrás en la cabeza de Josué, hijo de Josadac, sumo sacerdote. (Zacarías 6, 11)

  • Así hablaban entre sí los que respetan a Yavé. Yavé, que estaba escuchando, lo supo, y mandó en seguida que en un libro se anotaran los nombres de aquellos que lo respetaban y reverenciaban su Nombre. (Malaquías 3, 16)


“Reze, reze! Quem muito reza se salva e salva os outros. E qual oração pode ser mais bela e mais aceita a Nossa Senhora do que o Rosario?” São Padre Pio de Pietrelcina