Encontrados 424 resultados para: Libro de Josué

  • Muy de mañana, Josué se levantó y pasó revista a su ejército y luego se marchó al frente del pueblo, acompañado de los jefes. (Josué 8, 10)

  • El pueblo entonces estableció su campamento al norte de la ciudad y su retaguardia estaba al oeste. Esa noche Josué fue al valle. (Josué 8, 13)

  • Josué y los israelitas se hicieron los derrotados y huyeron por el camino del desierto. (Josué 8, 15)

  • Entonces Yavé dijo a Josué: «Tiende hacia Hay la lanza que tienes en tu mano, porque yo te he entregado esta ciudad.» (Josué 8, 18)

  • Así lo hizo Josué y, a esta señal, los de la emboscada surgieron de sus puestos y corrieron hasta la ciudad, donde entraron. La tomaron y le prendieron fuego. (Josué 8, 19)

  • Les faltó el ánimo y no supieron por dónde escaparse: por un lado estaba Josué con toda la gente de Israel, y por el otro, los que acababan de incendiar la ciudad. (Josué 8, 21)

  • Solamente tomaron vivo al rey de Hay y lo llevaron a Josué. (Josué 8, 23)

  • Josué no dio la orden de cesar el combate antes de que todos los habitantes de Hay hubieran sido sacrificados conforme al anatema. (Josué 8, 26)

  • Josué incendió la ciudad y no dejó sino ruinas; este lugar ha quedado así hasta el día de hoy. (Josué 8, 28)

  • En cuanto al rey de Hay, Josué lo hizo colgar de un árbol hasta que el sol se pusiera. Entonces lo hizo descolgar. Lo tiraron a la entrada de la ciudad y levantaron sobre él un montón de piedras que se ve todavía hoy. (Josué 8, 29)

  • Entonces Josué edificó un altar a Yavé, Dios de Israel, en el cerro Ebal. (Josué 8, 30)

  • Observó lo que Moisés había mandado a los hijos de Israel y, según está escrito en el libro de la Ley, de Moisés, este altar fue hecho de piedras sin labrar, que no había tocado ninguna herramienta. Sobre este altar ofreció a Yavé víctimas consumidas por el fuego y sacrificios de comunión. (Josué 8, 31)


“Para mim, Deus está sempre fixo na minha mente e estampado no meu coração.” São Padre Pio de Pietrelcina