Encontrados 48 resultados para: Macho

  • Si alguien ofrece ganado menor, corderos o cabras, también ofrecerá un macho sin defecto. (Levítico 1, 10)

  • Cuando alguien ofrezca vacuno como sacrificio de comunión, ya sea macho o hembra, ofrecerá un animal sin defecto. (Levítico 3, 1)

  • Si lo que se ofrece como sacrificio de comunión ante Yavé es de ganado menor, se ofrecerá un animal sin defecto, macho o hembra. (Levítico 3, 6)

  • En cuanto se dé cuenta de su pecado, traerá como ofrenda un macho cabrío sin defecto, (Levítico 4, 23)

  • Luego hablarás a los hijos de Israel para decirles: Tomen un macho cabrío para el sacrificio por el pecado y un ternero y un cordero, ambos de un año y sin defecto, para el holocausto; (Levítico 9, 3)

  • Después presentó la ofrenda del pueblo. Tomó el macho cabrío por la expiación por el pueblo. Lo sacrificó como el primero e hizo la expiación. (Levítico 9, 15)

  • Entretanto Moisés quiso cerciorarse acerca del macho cabrío del sacrificio por el pecado; pero vio que había sido quemado. Se enojó con Eleazar e Itamar, los hijos que le habían quedado a Aarón, (Levítico 10, 16)

  • Presentará el macho cabrío sobre el cual haya caído la suerte para Yavé y lo ofrecerá como sacrificio por el pecado. (Levítico 16, 9)

  • El macho cabrío sobre el cual haya caído la suerte para Azazel, será llevado vivo delante de Yavé, harán sobre él el rito de expiación y lo echarán al desierto, hacia Azazel. (Levítico 16, 10)

  • Después sacrificará el macho cabrío que fue reservado para el sacrificio por el pecado del pueblo, y llevará su sangre detrás del velo. Haciendo con su sangre lo mismo que hizo con la sangre del novillo, rocíará el Lugar del Perdón en su parte anterior. (Levítico 16, 15)

  • saldrá hacia el altar que está ante Yavé y hará sobre él la expiación. Tomará sangre del novillo y del macho cabrío que esparcirá en su derredor después de untar los cuernos del altar. (Levítico 16, 18)

  • Acabada la expiación del Santuario, de la Tienda de las Citas y del altar, Aarón presentará el macho cabrío vivo. (Levítico 16, 20)


O maldito “eu” o mantém apegado à Terra e o impede de voar para Jesus. São Padre Pio de Pietrelcina