Encontrados 154 resultados para: Pasar
"Hijo de hombre, la gente de Israel se ha convertido para mí en un metal impuro. Son como el cobre, el estaño, el hierro o el plomo, a los que hay que pasar por el fuego porque son metales impuros. (Ezequiel 22, 18)
Han sido adúlteras, sus manos están llenas de sangre, cometieron adulterio con sus innumerables ídolos, hicieron pasar por el fuego a los hijos que me habían dado a luz. (Ezequiel 23, 37)
"Hijo de hombre, háblale al príncipe de Tiro; le dirás esta palabra de Yavé: ¡Eres muy engreído, te consideras un dios en su residencia divina, en medio de los mares! ¿Te vas a hacer pasar por Dios, tú que eres hombre y no Dios? (Ezequiel 28, 2)
Por eso, esto dice Yavé al que se hace pasar por Dios: (Ezequiel 28, 6)
Numerosos pueblos quedarán espantados al ver tu suerte, sus reyes se pondrán a tiritar cuando haga pasar mi espada delante de ellos, cada uno temerá por su vida en el día de tu ruina. (Ezequiel 32, 10)
Pónganse su cinturón, sacerdotes, y laméntense. Lloren, ministros del Señor. Vengan a pasar la noche cubiertos de saco, ministros de mi Dios. Ya no se ven ofrendas ni vino en la casa de su Dios. (Joel 1, 13)
Yavé se arrepintió y me dijo: «Esto no va a pasar.» (Amós 7, 3)
El que abre camino saldrá delante de ellos, y ellos alargarán el paso; les hará pasar la puerta y por ella saldrán; sí, su rey marchará delante de ellos, Yavé los encabezará. (Miqueas 2, 13)
Sus gobernantes se dejan comprar para dar una sentencia; sus sacerdotes cobran por una decisión; sus profetas sólo vaticinan si se les paga. Y todos se sienten tan seguros de Yavé que dicen: Si el Señor está con nosotros, ¿qué desgracia nos puede pasar? (Miqueas 3, 11)
Acuérdate, pueblo mío, de lo que pensaba hacer contigo Balac, rey de Moab, y de lo que le respondió Balaam, hijo de Beor. Te hizo pasar desde Sitim hasta Guilgal, para que así conozcas a Yavé.» (Miqueas 6, 5)
Yavé es lento a la cólera pero tremendo en su poder y no deja pasar nada. Camina entre tempestades y huracanes, y las nubes son el polvo de sus pies. (Nahún 1, 3)
Ya corren por los montes los pies del mensajero, del que anuncia la paz. ¡Celebra tus fiestas, oh Judá, cumple tus votos! Porque no volverá a pasar por ti el bandido: ha sido extirpado totalmente. (Nahún 2, 1)