Encontrados 32 resultados para: Rebelde

  • Que se investiguen los libros de la historia de tus padres, y en ellos verás que esta ciudad es una ciudad rebelde y molesta para los reyes y las provincias, y que en ella se han fomentado revueltas desde tiempos antiguos. Por esta razón precisamente ha sido destruida. (Esdras 4, 15)

  • Y el Dios que allí hace habitar su Nombre aplaste a todo rebelde, rey o pueblo, que vaya en contra de esto y trate de destruir esa Casa de Dios en Jerusalén. Yo, Darío, he dado esta orden. Que sea puntualmente cumplida.» (Esdras 6, 12)

  • «Hoy aún es rebelde mi queja, no puede mi mano acallarla en mi boca. (Job 23, 2)

  • Para que no sean, a ejemplo de sus padres, una generación rebelde y obstinada, incapaz de mantener su decisión y cuyo espíritu no era fiel a Dios. (Salmos 78, 8)

  • Un fuego cayó sobre una banda de pecadores, la cólera del Señor estalló contra una raza rebelde. (Sirácides (Eclesiástico) 16, 6)

  • Se dio la división del poder: una realeza rebelde surgió en Efraín. (Sirácides (Eclesiástico) 47, 21)

  • Tú nada de ellas habías escuchado o sabido, ni habían llegado con anticipación a tus oídos; porque yo sabía lo infiel que eres, que desde el seno de tu madre te llaman «el rebelde». (Isaías 48, 8)

  • Corría tras las ganancias injustas; me enojé por un momento,le pegué y en mi enojo le escondí mi cara. Pues él, rebelde, no hacía más que seguir las indicaciones de su corazón, (Isaías 57, 17)

  • Y Yavé continuó: «Por eso la rebelde Israel es mucho mejor que esta pérfida Judá.» (Jeremías 3, 11)

  • Pero este pueblo, cuyo corazón es traidor y rebelde, me ha vuelto la espalda y se ha marchado, (Jeremías 5, 23)

  • ¿Hasta cuándo andarás de aquí para allá, hija rebelde? Porque Yavé ha presentado una cosa nueva en la tierra: la mujer es la que busca a su marido. (Jeremías 31, 22)

  • Es justo Yavé, porque fui rebelde a sus órdenes. Escuchen, pues, pueblos todos, y miren mi dolor. Mis vírgenes y mis jóvenes han ido al cautiverio. (Lamentaciones 1, 18)


“O amor tudo esquece, tudo perdoa, sem reservas.” São Padre Pio de Pietrelcina