Encontrados 149 resultados para: Registro de Familias

  • Salomón congregó en Jerusalén a todos los jefes de Israel, a los jefes de sus tribus y a los príncipes de sus familias, para subir el Arca de la Alianza de Yavé desde la ciudad de David llamada Sión. (1 Reyes 8, 1)

  • Pero él les mandó una segunda carta, que decía: «Si son de mi partido y de los que me obedecen, tomen las cabezas de los hijos del rey, su señor, y vengan mañana a conversar conmigo a estas horas en Jezrael.» Los hijos del rey eran setenta y se criaban en las casas de las familias más importantes de la ciudad. (2 Reyes 10, 6)

  • y las familias de Cariatiarim; los jitríes, los putíes, los sumatíes y los misraíes. De ellos salieron los soratíes y los de Estol. (1 Crónicas 2, 53)

  • las familias de los sofríes que habitaban en Jabés, los tiratíes, los simatíes, los sucatíes. Estos son quenitas descendientes de Jamat, padre de la familia de Recab. (1 Crónicas 2, 55)

  • Reaías, hijo de Sobal, engendró a Yajat, Yajat engendró a Ajuma y Lahad. Estas son las familias de los soreatitas. (1 Crónicas 4, 2)

  • Cos engendró a Anub y Sobeba y las familias de Ajarjel, hijo de Harum. (1 Crónicas 4, 8)

  • Hijos de Selá, hijo de Judá: Er, padre de Lecá, y Ladá, padre de Maresá y las familias de los que trabajan el lino en Bet-Asbea. (1 Crónicas 4, 21)

  • Simí tuvo dieciséis hijos y seis hijas, pero sus hermanos no tuvieron muchos hijos, ni se multiplicaron todas sus familias como los hijos de Judá. (1 Crónicas 4, 27)

  • Estos que han sido citados por sus nombres son los que vinieron con sus familias y sus casas paternas y se multiplicaron grandemente. (1 Crónicas 4, 38)

  • Hermanos suyos, por familias, agrupados según sus genealogías: el primero, Jeiel, Zacarías, (1 Crónicas 5, 7)

  • Hijos de Merarí: Majlí y Musi. Estas son las familias de los levitas, según sus casas paternas. (1 Crónicas 6, 4)

  • El total de todas sus ciudades: trece ciudades según sus familias. (1 Crónicas 6, 45)


“Não abandone sua alma à tentação, diz o Espírito Santo, já que a alegria do coração é a vida da alma e uma fonte inexaurível de santidade.” São Padre Pio de Pietrelcina