Encontrados 61 resultados para: Salido

  • El rey se levantó de noche y dijo a sus oficiales: «Los arameos saben que estamos hambrientos. Han salido del campamento y se han escondido en el campo, esperando que salgamos de la ciudad para tomarnos vivos y, después, entrar aquí. » (2 Reyes 7, 12)

  • pues sabía que el faraón Taraca había salido a atacarlo y por eso se había ido de su campamento de Laquis. (2 Reyes 19, 9)

  • Antes que Isaías hubiera salido del patio central, le fue dirigida la palabra de Yavé, diciendo: (2 Reyes 20, 4)

  • Había salido de Babilonia el día primero del primer mes y llegó a Jerusalén el día primero del quinto mes, ya que sobre él estaba la bondadosa mano de su Dios. (Esdras 7, 9)

  • Mientras tanto los padres habían salido, cerrando la puerta de la habitación. Tobías se Tobantó de la cama y dijo a Sara: «Tobántate, hermana, y pidamos a nuestro Señor que tenga misericordia de nosotros y nos salve. (Tobías 8, 4)

  • Así los habrás castigado duramente por su rebeldía y por no haber salido a tu encuentro pacíficamente.» (Judit 7, 15)

  • Pero no; ella es en el mortal fruto de una inspiración, un espíritu salido del Omnipotente da la inteligencia. (Job 32, 8)

  • Durante el tiempo que Judas y Jonatán habían salido al país de Galaad y su hermano Simón acampaba en Galilea, frente a Tolemaida, (1 Macabeos 5, 55)

  • Cuando recibió estas noticias, quedó aterrado, y se conmovió profundamente. Enfermó y quedó muy deprimido porque las cosas no le habían salido como él esperaba. (1 Macabeos 6, 8)

  • Lisímaco cometió muchos robos sacrílegos en Jerusalén con el consentimiento de Menelao, y, como la cosa se supo, la multitud se amotinó contra Lisímaco, después que muchos objetos de oro ya habían salido de la ciudad. (2 Macabeos 4, 39)

  • Apenas salido el sol, se entabló la batalla. Unos llevaban como garantía de éxito y victoria, además de su valor, la confianza en su Señor; otros combatían inspirados por el odio. (2 Macabeos 10, 28)

  • De todo lo que has dicho te llenarás el estómago; comerás hasta saciarte de lo que ha salido de tus labios. (Proverbios 18, 20)


“Recorramos a Jesus e não às pessoas, pois só ele nunca nos faltará.” São Padre Pio de Pietrelcina