Encontrados 441 resultados para: Sem

  • Sembraré el terror delante de ti y exterminaré todos los pueblos del país en que tú entrarás; haré que todos tus enemigos huyan ante ti. (Exodo 23, 27)

  • Había dicho a los ancianos: «Aguarden aquí hasta que regresemos. Ahí quedan con ustedes Aarón y Jur, de manera que si se presenta alguna dificultad recurran a ellos.» (Exodo 24, 14)

  • La Gloria de Yavé estaba en la cumbre del monte y los hijos de Israel la veían semejante a un fuego ardiente; (Exodo 24, 17)

  • Aarón vestirá dicho manto cuando desempeñe su ministerio, y se oirá el sonido de las campanillas cuando entre al santuario para presentarse delante de Yavé, y también cuando salga del santuario; de lo contrario moriría. (Exodo 28, 35)

  • Este será para ustedes el óleo de la unción sagrada de generación en generación. Nadie se ungirá con él, ni tampoco harán otro óleo de semejante composición. Es santo y lo tendrán por cosa sagrada. (Exodo 30, 32)

  • Cualquier hombre que prepare otro semejante o derrame de él sobre un extraño será exterminado de entre los suyos.» (Exodo 30, 33)

  • No harán perfume de semejante composición para uso personal; lo tendrán por cosa reservada a Yavé. (Exodo 30, 37)

  • Moisés labró dos tablas de piedra semejantes a las anteriores, como lo había ordenado Yavé, y de madrugada subió al monte Sinaí llevando en sus manos las dos tablas de piedra. (Exodo 34, 4)

  • Celebrarás la fiesta de las Semanas con las primeras siegas de tu trigo, y otra fiesta a fin de año al recoger todos los frutos. (Exodo 34, 22)

  • Había una abertura en el centro del manto, semejante al cuello de un corselete, con una orla alrededor de la abertura, para que no se rompiera. (Exodo 39, 23)

  • Si ofreces a Yavé las primicias de tus sembrados, presentarás las espigas tostadas al fuego, o granos nuevos partidos. Así será tu ofrenda de primicias. (Levítico 2, 14)

  • Si alguno de esos cadáveres cae sobre semillas que han de sembrarse, quedarán puras; (Levítico 11, 37)


“Seja paciente nas aflições que o Senhor lhe manda.” São Padre Pio de Pietrelcina