Encontrados 154 resultados para: Set

  • El total de oro que los jefes de millar y cien presentaron a Yavé fue de dieciséis mil setecientos cincuenta siclos. (Números 31, 52)

  • Partieron de Mará y llegaron a Elim, donde había doce fuentes de agua y setenta palmeras. (Números 33, 9)

  • Y tomamos todas las ciudades de la meseta y toda la tierra de Galaad y de Basán hasta Selca y Edreí, ciudades del reino de Og, en Basán. (Deuteronomio 3, 10)

  • Estas fueron las ciudades: Basar, en la meseta del desierto, para la tribu de Rubén; Ramot, en Galaad, para la tribu de Gad, y Golán, en Basán, para la tribu de Manasés. (Deuteronomio 4, 43)

  • Cuando bajaron a Egipto, tus antepasados no eran más de setenta personas, y ahora Yavé, tu Dios, te ha hecho un pueblo numeroso como las estrellas del cielo. (Deuteronomio 10, 22)

  • Josué hizo salir secretamente desde Setim a dos exploradores con la siguiente orden: «Vayan y observen bien el terreno y la ciudad de Jericó.» Los exploradores fueron y tan pronto llegaron a Jericó se hospedaron en casa de una prostituta llamada Rahab. (Josué 2, 1)

  • Josué se levantó de madrugada, partió de Setim con todo el pueblo de Israel y llegaron hasta el río Jordán. Allí acamparon, esperando atravesarlo. (Josué 3, 1)

  • Desde Aroer, a orillas del río Arnón, con el pueblo que está en medio del río y la meseta junto a Madaba; (Josué 13, 16)

  • Jesebón y todos sus pueblos que están sobre la meseta: Dibón, Bamot-Baal y la ciudad de Baalmon, (Josué 13, 17)

  • Suben hacia el oeste a Marala, y llegan a Debaset, hasta el torrente que está enfrente de Jocueam; (Josué 19, 11)

  • Más allá del Jordán, al oriente de Jericó, destinaron a Bosor, situada en el desierto de la meseta de la tribu de Rubén; a Ramot en Galaad, de la tribu de Gad, y a Golán en Basán, de la tribu de Manasés. (Josué 20, 8)

  • El señor de Bezec declaró: «Setenta reyes a quienes corté los pulgares de pies y manos recogían las migajas debajo de mi mesa; Dios me devuelve lo que hice yo.» Lo llevaron a Jerusalén y allí murió. (Jueces 1, 7)


“Para mim, Deus está sempre fixo na minha mente e estampado no meu coração.” São Padre Pio de Pietrelcina