Encontrados 58 resultados para: Siquém
Aquel día, en Siquem, Josué pactó una Alianza con el pueblo y le fijó reglamentos y leyes. (Josué 24, 25)
Los israelitas habían traído de Egipto los huesos de José. Los enterraron en Siquem, en un lugar del campo que Jacob compró a los hijos de Hemor, padre de Siquem, por cien monedas, y que quedó como herencia de los hijos de José. (Josué 24, 32)
De una mujer de la ciudad de Siquem tuvo un hijo llamado Abimelec. (Jueces 8, 31)
Abimelec, hijo de Jerubaal, marchó a Siquem, donde los hermanos de su madre, y les dijo a ellos y a toda la familia paterna de su madre: (Jueces 9, 1)
«Digan esto, por favor, a todos los señores de Siquem: ¿Qué es mejor para ustedes, que los gobiernen setenta hombres, todos los hijos de Jerubaal, o que los mande un solo hombre? Recuerden, además, que yo soy de la misma sangre que ustedes.» (Jueces 9, 2)
Los hermanos de su madre transmitieron este mensaje a todos los señores de Siquem, quienes se inclinaron al lado de Abimelec, porque se decían: (Jueces 9, 3)
Luego se reunieron todos los señores de Siquem y todo el consejo. Fueron y proclamaron rey a Abimelec, junto a la encina de la estela que hay en Siquem. (Jueces 9, 6)
Se lo anunciaron a Jotam, quien se colocó en la cumbre del monte Garizim. Allí alzó la voz y clamó: «Escúchenme, señores de Siquem, y que Dios los escuche. (Jueces 9, 7)
y ustedes se han lanzado hoy contra la familia de mi padre. Ustedes han matado de una vez a todos sus hijos, setenta hombres, y han puesto por rey sobre los señores de Siquem a Abimelec, el hijo de su esclava, por ser el hermano de ustedes. (Jueces 9, 18)
De lo contrario, que salga fuego de Abimelec y devore a los señores de Siquem y a su consejo; y que salga fuego de los señores de Siquem y de su consejo y devore a Abimelec.» (Jueces 9, 20)
Pero Yavé envió un espíritu de discordia entre Abimelec y los señores de Siquem; y entonces los señores de Siquem traicionaron a Abimelec. (Jueces 9, 23)
Así debía ser castigado el crimen cometido contra los setenta hijos de Jerubaal, para que su sangre cayera sobre su hermano Abimelec, que los había asesinado, y también sobre los señores de Siquem, que lo habían ayudado a asesinar a sus hermanos. (Jueces 9, 24)