Encontrados 23 resultados para: Sufrir
Ahora mis hermanos han terminado de sufrir un breve tormento por una vida que no se agotará; están ahora en la amistad de Dios. Tú, en cambio, sufrirás las penas merecidas por tu soberbia. (2 Macabeos 7, 36)
Prefirió morir valerosamente antes que caer en manos extrañas y sufrir ultrajes indignos de su noble origen. (2 Macabeos 14, 42)
Tuvieron que sufrir con la partida de Israel, y sufrieron también después. (Sabiduría 11, 11)
porque habían sido informados por los sueños que los habían perturbado. No debían sucumbir sin saber por qué tenían que sufrir. (Sabiduría 18, 19)
No cuentes nunca lo que te han dicho, y nunca tendrás que sufrir por ello. (Sirácides (Eclesiástico) 19, 7)
Por eso les hizo sufrir el ardor de su enojo y los horrores de la guerra. Todo fue presa del fuego, pero ellos no entendieron; todo ha sido consumido, pero no prestaron atencion (Isaías 42, 25)
Dijo el rey: «Pero yo estoy viendo a cuatro hombres que se pasean libremente en medio del fuego, sin sufrir ningún daño, y el cuarto tiene el aspecto de un hijo de los dioses. (Daniel 3, 92)
A partir de ese día, Jesucristo comenzó a manifestar a sus discípulos que él debía ir a Jerusalén y que las autoridades judías, los sumos sacerdotes y los maestros de la Ley lo iban a hacer sufrir mucho. Que incluso debía ser muerto y que resucitaría al tercer día. (Evangelio según San Mateo 16, 21)
Pero créanme: ya vino Elías y no lo reconocieron, sino que lo trataron como se les antojó. Y así también harán sufrir al Hijo del Hombre.» (Evangelio según San Mateo 17, 12)
Luego comenzó a enseñarles que el Hijo del Hombre debía sufrir mucho y ser rechazado por los notables, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley, que sería condenado a muerte y resucitaría a los tres días. (Evangelio según San Marcos 8, 31)
Y les decía: «El Hijo del Hombre tiene que sufrir mucho y ser rechazado por las autoridades judías, por los jefes de los sacerdotes y por los maestros de la Ley. Lo condenarán a muerte, pero tres días después resucitará.» (Evangelio según San Lucas 9, 22)
Pero antes tiene que sufrir mucho y ser rechazado por esta gente. (Evangelio según San Lucas 17, 25)