Encontrados 35 resultados para: Vuelven
vuelven a Sarid por el oriente hasta los confines de Ceselot-Tabor, llegan a Daberet, y suben hacia Jafia; (Josué 19, 12)
de ahí vuelven por el oriente hacia Bet Dagón; colindan con Zabulón y el valle de Jeftael al norte, hasta Betemec y Nehiel; se extienden por la izquierda hacia Cabul, (Josué 19, 27)
dan vuelta hacia Rama hasta la ciudad fortaleza de Tiro; de ahí vuelven a Hosa, terminando en el mar junto al Majleb y Acziba; (Josué 19, 29)
después los límites vuelven hacia Azanottabor, al occidente, y de allí salen a Hucosa, limitando con Zabulón por el lado del sur, y con Aser por el poniente. (Josué 19, 34)
Entonces Samuel se dirigió al pueblo diciéndoles: «Si ustedes vuelven a Yavé con sinceridad, quiten de en medio de ustedes los dioses extranjeros y las imágenes de los Baales y Astartés. Mientras ustedes permanezcan fieles a Yavé, sirviéndole sólo a él, Yavé los librará de los filisteos. (1 Samuel 7, 3)
Si los israelitas son derrotados por sus enemigos por haber pecado contra ti, pero luego vuelven a ti y confiesan su pecado, rogando y suplicando en esta Casa, (1 Reyes 8, 33)
si se vuelven a ti de todo corazón y con toda su alma en el país de sus enemigos que los deportaron y te suplican vueltos hacia la tierra que tú diste a sus padres, hacia la ciudad que tú elegiste y hacia la Casa que he edificado para morada de tu Nombre; (1 Reyes 8, 48)
Jerusalén y sus reyes van a tener la suerte de Samaria y de la familia de Ajab. Fregaré a Jerusalén como se friega un plato para limpiarlo y, después, lo vuelven al revés. (2 Reyes 21, 13)
Si Israel, tu pueblo, es vencido por el enemigo por haber pecado contra ti, pero se vuelven ellos y alaban tu nombre, rezando y suplicando ante ti en esta Casa, (2 Crónicas 6, 24)
si se vuelven a ti con todo su corazón y con toda su alma en el país de su destierro al que fueron deportados, y te suplican vueltos hacia la tierra que tú diste a sus padres y hacia la ciudad que tú has elegido y hacia la Casa que yo he edificado a tu nombre, (2 Crónicas 6, 38)
y mi pueblo, sobre el cual es invocado mi Nombre, se humilla, rezando y buscando mi rostro, y se vuelven de sus malos caminos, yo entonces los oiré desde los cielos, perdonaré su pecado y sanaré su tierra. (2 Crónicas 7, 14)
Oh Dios nuestro, ¿no harás justicia con ellos? Pues nosotros no tenemos fuerza para hacer frente a esta gran multitud que viene contra nosotros y no sabemos qué hacer. Pero nuestros ojos se vuelven a ti.» (2 Crónicas 20, 12)