Encontrados 49 resultados para: cadáveres

  • Reduciré a nada las esperanzas de Judá y Jerusalén en este lugar; los haré caer bajo la espada de sus enemigos, a manos de los que buscan su muerte; daré sus cadáveres por comida a las aves de rapiña y a las fieras salvajes. (Jeremías 19, 7)

  • Yavé, Dios de Israel, dice que esto no conducirá a otra cosa que a llenar la ciudad de cadáveres; allí estarán aquellos a quienes haya yo derribado con rabia y furor, y cuya maldad fue causa de que yo no quisiera mirar más a esta ciudad. (Jeremías 33, 5)

  • Los entregaré a sus enemigos, y sus cadáveres serán pasto de las aves y de las fieras. (Jeremías 34, 20)

  • El estanque donde Ismael tiró los cadáveres de toda esta gente que había asesinado, era el Gran Estanque, que había mandado cavar el rey Asa para defenderse de Basa, rey de Israel. Ismael, hijo de Netanías, lo llenó de cadáveres. (Jeremías 41, 9)

  • Porque les había dicho: "Llenen los patios de cadáveres, el Templo quedará manchado con ellos; luego salgan y maten en la ciudad". (Ezequiel 9, 7)

  • Pero como han llenado esta ciudad de víctimas y las calles de cadáveres, (Ezequiel 11, 6)

  • Tus montañas se cubrirán de cadáveres; habrá víctimas de la espada en tus colinas, en los valles y en todos los barrancos. (Ezequiel 35, 8)

  • Me dijo: "Hijo de hombre, has visto el lugar de mi trono, el sitio para la planta de mis pies; allí habitaré para siempre en medio de los Israelitas. El pueblo de Israel junto con sus reyes no ensuciará más mi Santo Nombre con sus prostituciones o con los cadáveres de sus reyes cuando éstos mueran. (Ezequiel 43, 7)

  • Por eso, ahora arrojen de mí sus prostituciones y los cadáveres de sus reyes, de tal manera que pueda habitar en medio de ustedes para siempre. (Ezequiel 43, 9)

  • caballerías que avanzan, llamear de espadas, centellear de lanzas, multitud de heridos, montones de muertos, cadáveres sin fin; se tropieza en los cadáveres. (Nahún 3, 3)

  • ¿Quiénes son los que cansaron a Dios durante cuarenta años? Los que habían pecado, por lo que perecieron y sus cadáveres quedaron en el desierto. (Carta a los Hebreos 3, 17)

  • Ahora sus cadáveres están tendidos en la plaza de la Gran Ciudad, que los creyentes llaman Sodoma o Egipto, en la que también su Señor fue crucificado. (Apocalipsis 11, 8)


“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina