Encontrados 130 resultados para: casco de la salvación

  • ¡Vean cómo es él, el Dios que me salva! En él confío y no tengo más miedo, pues Yavé es mi fuerza y mi canción, él ha sido mi salvación. (Isaías 12, 2)

  • Y ustedes sacarán agua con alegría de las vertientes de la salvación. (Isaías 12, 3)

  • Hemos concebido, tuvimos dolores como si diéramos a luz, pero ¡puro aire!; no hemos traído al país la salvación, y no se ven los pioneros de un mundo nuevo. (Isaías 26, 18)

  • «En la conversión y en la calma estaba su salvación, y su seguridad, en una perfecta confianza. (Isaías 30, 15)

  • ¡Yavé, ten compasión, pues en ti esperamos! Sé tú nuestro apoyo, por la mañana, y nuestra salvación en el tiempo de la angustia. (Isaías 33, 2)

  • Que los cielos manden de lo alto, como lluvia, y las nubes descarguen la Justicia. Que se abra la tierra y produzca su fruto, que es la salvación, y al mismo tiempo florezca la justicia, porque soy yo, Yavé, quien lo envió. (Isaías 45, 8)

  • Oiganme, ustedes, que no piensan en nada y que están tan ajenos a mi salvación. (Isaías 46, 12)

  • Mi victoria ya se aproxima, ya llega, y mi salvación no se demorará más. Instalaré mi salvación en Sión, y daré a Israel la grandeza.» (Isaías 46, 13)

  • «No vale la pena que seas mi servidor únicamente para restablecer a las tribus de Jacob, o traer sus sobrevivientes a su patria. Tú serás, además, una luz para las naciones, para que mi salvación llegue hasta el último extremo de la tierra.» (Isaías 49, 6)

  • Yavé te asegura: En el momento oportuno te atendí, al día de la salvación, te socorrí. Quise que fueras la alianza del pueblo, que reconstruyeras el país, y entregaras a sus dueños las propiedades destruidas, (Isaías 49, 8)

  • Mi justicia está por llegar; ya he mandado mi salvación y aquí vengo yo para gobernar a los pueblos. Las islas también esperan en mí y cuentan con mi intervención. (Isaías 51, 5)

  • Levanten los ojos al cielo y miren después al suelo. Miren que los cielos se derriten y se hacen humo y la tierra se deshace como la ropa mientras sus habitantes mueren como moscas. Pero mi salvación durará para siempre y mi justicia nunca se acabará. (Isaías 51, 6)


“Nossa Senhora recebeu pela inefável bondade de Jesus a força de suportar até o fim as provações do seu amor. Que você também possa encontrar a força de perseverar com o Senhor até o Calvário!” São Padre Pio de Pietrelcina