Encontrados 94 resultados para: clase

  • Pero yo le respondí: «¿Un hombre como yo va a huir? ¿Cómo un hombre de mi clase va a entrar en el santuario para salvar su vida? No iré.» (Nehemías 6, 11)

  • Conquistaron ciudades fortificadas y una tierra fértil; se apoderaron de casas bien abastecidas, pozos ya hechos, viñas, olivares y árboles frutales de toda clase y en gran abundancia; comieron, se saciaron y engordaron, y vivieron cómodos por tu inmensa bondad. (Nehemías 9, 25)

  • Si la gente del país trae en día sábado mercancías o cualquier otra clase de alimentos para vender, nada les compraremos en día sábado, ni en ningún otro día sagrado de fiesta. El año séptimo dejaremos sin cultivar nuestros campos y perdonaremos todo lo que se nos deba. (Nehemías 10, 32)

  • En aquellos días encontré a hombres de Judá que trabajaban en el lagar el día sábado. Otros traían haces de trigo y los cargaban sobre sus burros. Igualmente cargaban vino, uvas, higos y toda clase de productos que hacían entrar en Jerusalén el día sábado. Yo los fui a reprender mientras vendían sus mercaderías. (Nehemías 13, 15)

  • Algunos tirios se habían establecido en Jerusalén. Entraban pescado y mercaderías de toda clase para vender a los judíos el día sábado. (Nehemías 13, 16)

  • Una o dos veces, algunos mercaderes que vendían toda clase de mercaderías, pasaron la noche fuera de Jerusalén, (Nehemías 13, 20)

  • Tobit exclamó: «Que te conserves sano y salvo, hermano. No te enojes porque he querido conocer la verdad acerca de tu familia. Eres de nuestra parentela, de clase buena y honrada. Conozco a Ananías y a Natán, hijos de Semeías, el grande. Ibamos a Jerusalén y rezábamos juntos allí; ellos nunca cayeron en el error cuando se desviaron sus hermanos; tus hermanos son buenos, tu raza es noble. ¡Bien venido seas!» (Tobías 5, 14)

  • Por medio de esas cartas se autorizaba a los judíos de todas las ciudades para que se organizaran y se defendieran matando, degollando y exterminando, sin perdonar ni a las mujeres ni a los niños, a cualquier clase de gente que los atacara con armas, y también para que se apoderaran de sus cosas. (Ester 8, 11)

  • Ahora bien, esto mismo pueden ustedes comprobarlo no sólo examinando los acontecimientos históricos que hemos mencionado, sino, principalmente, viendo cómo a su alrededor esa peste de gobernadores indignos cometen toda clase de abusos. (Ester 16, 7)

  • exigiéndonos para ese fin, por medio de engaños y artimañas de toda clase, que decretáramos la muerte de nuestro salvador, Mardoqueo, hombre que siempre se ha portado bien con nosotros; de nuestra compañera la piadosa reina Ester y, en una palabra, de toda su raza. Y, una vez que nosotros quedáramos sin gente, (Ester 16, 13)

  • Están nuestros graneros muy repletos, rebosantes de toda clase de cosechas; nuestras ovejas se cuentan por miles, por millares se ven en nuestros campos; (Salmos 144, 13)

  • y no debían hacer a sus hijos el rito de la circuncisión. En resumen, tenían que mancharse con toda clase de impurezas y profanaciones, (1 Macabeos 1, 48)


“Seja perseverante nas orações e nas santas leituras.” São Padre Pio de Pietrelcina