Encontrados 743 resultados para: días santos

  • Allí permaneció tres días sin comer ni beber, y estaba ciego. (Hecho de los Apóstoles 9, 9)

  • Ananías le respondió: «Señor, he oído a muchos hablar del daño que este hombre ha causado a tus santos en Jerusalén. (Hecho de los Apóstoles 9, 13)

  • Después comió y recobró las fuerzas. Saulo permaneció durante algunos días con los discípulos en Damasco, (Hecho de los Apóstoles 9, 19)

  • Pedro, que recorría todos los lugares, fue también a visitar a los santos que vivían en Lida. (Hecho de los Apóstoles 9, 32)

  • Por aquellos días enfermó y murió: después de lavar su cuerpo, lo pusieron en la habitación del piso superior. (Hecho de los Apóstoles 9, 37)

  • Ella abrió los ojos, reconoció a Pedro y se sentó. El le dio la mano y la ayudó a levantarse; luego llamó a los santos y a las viudas y se la presentó viva. (Hecho de los Apóstoles 9, 41)

  • Cornelio respondió: «Hace cuatro días, a esta misma hora, estaba yo orando en mi casa, cuando se presentó delante de mí un hombre con ropas muy brillantes, que me dijo: (Hecho de los Apóstoles 10, 30)

  • Y mandó bautizarlos en el nombre de Jesucristo. Luego le pidieron que se quedara algunos días con ellos. (Hecho de los Apóstoles 10, 48)

  • y, al ver que esto agradaba a los judíos, mandó detener también a Pedro: eran precisamente los días de la fiesta de los Panes Azimos. (Hecho de los Apóstoles 12, 3)

  • Durante muchos días se apareció a los que habían subido con él desde Galilea a Jerusalén, y que habían de ser sus testigos ante el pueblo. (Hecho de los Apóstoles 13, 31)

  • Atiendan ustedes, gente engreída, asómbrense y desaparezcan. Porque voy a realizar en sus días una obra tal, que si se la contaran, no la creerían.» (Hecho de los Apóstoles 13, 41)

  • Con todo, permanecieron allí un buen número de días. Predicaban sin miedo, confiados en el Señor, el que confirmaba este anuncio de su gracia con las señales milagrosas y los prodigios que les concedía realizar. (Hecho de los Apóstoles 14, 3)


“É sempre necessário ir para a frente, nunca para trás, na vida espiritual. O barco que pára em vez de ir adiante é empurrado para trás pelo vento.” São Padre Pio de Pietrelcina