Encontrados 416 resultados para: derrota de los reyes amorreos
He decidido sacarlos de esta opresión en Egipto y trasladarlos a una tierra que mana leche y miel, al país de los cananeos, de los heteos, de los amorreos, los fereceos, los jeveos y los jebuseos. . (Exodo 3, 17)
Moisés le contestó: «No son gritos de victoria, ni lamentos de derrota; lo que oigo son cantos a coros.» (Exodo 32, 18)
Los amalecitas viven en el Neguev; los hititas, jebuseos y amorreos viven en la montaña; los cananeos están instalados en la costa del mar y en las riberas del Jordán". (Números 13, 29)
Mataron también a los reyes de Madián: Eví, Requem, Sur, Jur y Rebá; eran los cinco reyes madianitas. Mataron también a espada a Balaam, hijo de Beor. (Números 31, 8)
Moisés dio a los hijos de Gad, a los de Rubén y a la media tribu de Manasés, hijo de José, el reino de Sijón, rey de los amorreos, y el reino de Og, rey de Basán. Les dio el país con las ciudades comprendidas en sus fronteras y las ciudades vecinas. (Números 32, 33)
Los hijos de Makir, hijo de Manasés, fueron a Galaad, lo conquistaron y expulsaron a los amorreos que vivían allí. (Números 32, 39)
Esto sucedió después de derrotar a Sijón, rey de los amorreos, que habitaba en Jesbón, y a Og, rey de Basán, que reinaba en Astarot y en Edreí, (Deuteronomio 1, 4)
En marcha, partan. Ustedes entrarán en el territorio de los amorreos y en los territorios vecinos: la Arabá, la Montaña, la Tierra Baja, el Negueb y la costa del mar, es decir todo el país de Canaán y el Líbano, hasta el gran río Eufrates. (Deuteronomio 1, 7)
Y empezaron a murmurar en sus tiendas: Yavé no nos quiere; nos hizo salir de Egipto para entregarnos a los amorreos, que acabarán con todos nosotros. (Deuteronomio 1, 27)
Entonces los amorreos, habitantes de aquellos cerros, les salieron al encuentro, los persiguieron como hacen las abejas y los acuchillaron desde Seir hasta Jorma. (Deuteronomio 1, 44)
Nos hicimos, pues, dueños de la tierra de los dos reyes amorreos, el país de Trasjordania, desde el torrente de Arnón hasta el monte Hermón (Deuteronomio 3, 8)
(los sidonios llaman Siryón al Hermón y los amorreos lo llaman Senir). (Deuteronomio 3, 9)