Encontrados 396 resultados para: diez mandamientos

  • Llegué hasta darles mandamientos malos y leyes incapaces de hacerlos vivir: (Ezequiel 20, 25)

  • si devuelve lo que se le ha prestado o que haya robado, si camina según mis mandamientos y no comete más injusticias, en verdad vivirá y no morirá. (Ezequiel 33, 15)

  • Pondré dentro de ustedes mi Espíritu y haré que caminen según mis mandamientos, que observen mis leyes y que las pongan en práctica. (Ezequiel 36, 27)

  • Sobre ellos reinará mi servidor David, y tendrán todos un solo pastor. Entonces caminarán según mis mandamientos, observarán mis leyes y las pondrán en práctica. (Ezequiel 37, 24)

  • Era el comienzo del año vigésimo quinto de nuestro exilio; el diez del mes, catorce años después de la caída de la ciudad; ese día la mano de Yavé se posó sobre mí y me llevó. (Ezequiel 40, 1)

  • Midió el ancho de la entrada del pórtico: diez codos; el pórtico como tal medía trece codos de largo. (Ezequiel 40, 11)

  • El vestíbulo tenía veinte codos de ancho y doce de profundidad; se llegaba a él por diez peldaños. Cerca de los pilares había dos columnas, una a cada lado. (Ezequiel 40, 49)

  • Su entrada medía diez codos de ancho y sus columnitas, cinco; midió su profundidad, que era de cuarenta codos y su ancho, de veinte. (Ezequiel 41, 2)

  • Frente a las salas había un corredor de cien codos de largo y diez de ancho; las entradas estaban por el norte. (Ezequiel 42, 4)

  • Tendrán autoridad para juzgar en los procesos, juzgarán según mis reglas, observarán mis leyes y mis mandamientos en todo lo concerniente a las fiestas, y santificarán mis sábados. (Ezequiel 44, 24)

  • En la primera superficie mencionada se medirá una parte de veinticinco mil codos de largo por diez mil de ancho donde estará el santuario; será un lugar santísimo. (Ezequiel 45, 3)

  • Y a los levitas que se preocupan del servicio de la Casa les darán un territorio de veinticinco mil codos por diez mil: allí estarán las ciudades en donde vivirán. (Ezequiel 45, 5)


“Nunca se canse de rezar e de ensinar a rezar.” São Padre Pio de Pietrelcina