Encontrados 40 resultados para: digno

  • Así, provisto del mandato real, regresó sin nada digno de un sumo sacerdote, sino más bien con el furor de un cruel tirano y la rabia de una fiera salvaje. (2 Macabeos 4, 25)

  • No temas a ese verdugo, sino que, haciéndote digno de tus hermanos, recibe la muerte para que vuelva yo a encontrarte con tus hermanos en el tiempo de la misericordia.» (2 Macabeos 7, 29)

  • Cada hombre quedó armado no con espada y escudo, sino con la certeza que procede de palabras nobles. Para confirmar todo esto, les narró un sueño digno de fe o, mejor dicho, una visión por la que todos se alegraron. (2 Macabeos 15, 11)

  • Luego se le había aparecido, orando en igual forma, un anciano canoso y digno que se distinguía por su buena presencia y su majestuosidad. (2 Macabeos 15, 13)

  • Un testigo digno de fe dice la verdad; un testigo falso miente tanto como respira. (Proverbios 14, 5)

  • Entonces te serán agradables mis obras, gobernaré a tu pueblo con justicia, y seré digno del trono de mi padre. (Sabiduría 9, 12)

  • Sólo hay un sabio, muy digno del más alto respeto: ¡El que se sienta en su trono! (Sirácides (Eclesiástico) 1, 8)

  • así también yo me deleitaré maltratándolos y mandaré sobre ellos cosas de que se espantan. Pues yo llamé y nadie contestó, hablé y nadie se dignó escucharme. Han hecho lo que yo considero como malo y han elegido lo que no me gusta. (Isaías 66, 4)

  • El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí. (Evangelio según San Mateo 10, 37)

  • El que no carga con su cruz y viene detrás de mí, no es digno de mí. (Evangelio según San Mateo 10, 38)

  • Imagínense un administrador digno de confianza y capaz. Su señor lo ha puesto al frente de su familia, y es él quien les reparte el alimento a su debido tiempo. (Evangelio según San Mateo 24, 45)

  • Juan proclamaba este mensaje: «Detrás de mí viene uno con más poder que yo. Yo no soy digno de desatar la correa de sus sandalias, aunque fuera arrodillándome ante él.» (Evangelio según San Marcos 1, 7)


“É sempre necessário ir para a frente, nunca para trás, na vida espiritual. O barco que pára em vez de ir adiante é empurrado para trás pelo vento.” São Padre Pio de Pietrelcina