Encontrados 363 resultados para: dioses extranjeros
Hará pedazos los obeliscos del templo del Sol, que se encuentra en On, e incendiará los templos de los dioses egipcios.» (Jeremías 43, 13)
Esto les pasó por culpa de los crímenes que cometieron para molestarme, yendo a incensar y adorar a dioses extranjeros, que no conocían ni ellos, ni ustedes ni sus padres. (Jeremías 44, 3)
Pero no han querido escuchar ni hacer caso para abandonar su maldad o dejar de incensar a dioses extranjeros. (Jeremías 44, 5)
al provocarme con las cosas que hacen sus manos o quemando incienso a dioses extranjeros en este suelo de Egipto a donde se han venido a instalar. Así cooperan ustedes mismos a su propia ruina y hacen que todo el mundo los maldiga y se ría de ustedes. (Jeremías 44, 8)
Entonces todos aquellos hombres que sabían que sus mujeres quemaban incienso a dioses extranjeros, todas las mujeres que estaban presentes y todo el pueblo establecido en Egipto, en Patrós -en total una gran muchedumbre-, respondieron a Jeremías: (Jeremías 44, 15)
«Estábamos indignados al oír tantos insultos y nos tapábamos la cara de vergüenza al saber que extranjeros habían entrado en los lugares santos de la Casa de Yavé.» (Jeremías 51, 51)
El pueblo de Judá ha sido desterrado; sufre atropellos y dura servidumbre. Vive en medio de pueblos extranjeros y no encuentra descanso; sus enemigos lo persiguieron y le dieron alcance. (Lamentaciones 1, 3)
Sus puertas se han hundido en tierra, él ha roto sus cerrojos; su rey y sus príncipes están entre extranjeros; ya no hay Ley y tampoco sus profetas consiguen visiones de Yavé. (Lamentaciones 2, 9)
Nuestra herencia pasó a extranjeros, nuestras casas a extraños. (Lamentaciones 5, 2)
y todos nos fuimos, según las inclinaciones de nuestro perverso corazón, a servir a otros dioses y a hacer lo que desagrada al Señor. (Baruc 1, 22)
Ahora bien, ustedes verán en Babilonia dioses de oro, de plata, de piedra y de madera, llevados a hombros, que causan un temor respetuoso a las gentes. (Baruc 6, 3)
Guárdense, pues, ustedes de imitar lo que hacen los extranjeros, de modo que vengan a temerlos. (Baruc 6, 4)