Encontrados 1902 resultados para: don

  • ¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? (1º Carta a los Corintios 15, 55)

  • Estaré con ustedes después de atravesar Macedonia, pues pienso ir por Macedonia. (1º Carta a los Corintios 16, 5)

  • Tal vez me detenga entre ustedes algún tiempo y hasta pase ahí el invierno. Después ustedes me encaminarán adonde tenga que ir. (1º Carta a los Corintios 16, 6)

  • En cuanto a nuestro hermano Apolo, le he insistido mucho para que vaya donde ustedes con nuestros hermanos, pero se negó formalmente a hacerlo por ahora. Irá cuando se le presente una oportunidad. (1º Carta a los Corintios 16, 12)

  • El nos libró de ese peligro de muerte tan grande, y nos seguirá protegiendo. En él hemos puesto nuestra esperanza y seguirá amparándonos, (2º Carta a los Corintios 1, 10)

  • Desde ahí pensaba recorrer Macedonia y de Macedonia volver otra vez a ustedes, para que me ayudasen a proseguir mi viaje a Judea. (2º Carta a los Corintios 1, 16)

  • y nos ha marcado con su propio sello al depositar en nosotros los primeros dones del Espíritu. (2º Carta a los Corintios 1, 22)

  • Ahora es mejor que lo perdonen y le den ánimo, no sea que la pena sea más grande de lo que puede soportar. (2º Carta a los Corintios 2, 7)

  • A quien ustedes perdonen, también yo le perdono, y lo que he perdonado, si realmente tenía algo que perdonar, lo perdoné en atención a ustedes, en presencia de Cristo. (2º Carta a los Corintios 2, 10)

  • Mi espíritu, sin embargo, quedaba inquieto porque no había encontrado a mi hermano Tito, por lo que me despedí de ellos y salí para Macedonia. (2º Carta a los Corintios 2, 13)

  • El Señor es espíritu, y donde está el Espíritu del Señor hay libertad. (2º Carta a los Corintios 3, 17)

  • Tenemos el mismo don espiritual de fe que tenía el que escribió: Creí y por eso hablé. También nosotros creemos, y por eso hablamos. (2º Carta a los Corintios 4, 13)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina