Encontrados 56 resultados para: echaron

  • Echaron a suertes el turno del servicio de todos, tanto del pequeño como del grande, del maestro como del discípulo. (1 Crónicas 25, 8)

  • Echaron suertes para cada puerta, sobre pequeños y grandes según sus casas paternas. (1 Crónicas 26, 13)

  • Para la puerta oriental la suerte cayó sobre Selemías. Después echaron suertes para la puerta del norte, la cual le tocó a su hijo Zacarías, que era un prudente consejero. (1 Crónicas 26, 14)

  • Así fue dirigida toda la obra de Salomón, desde el día en que se echaron los cimientos de la Casa de Yavé hasta su terminación. Así fue acabada la Casa de Yavé. (2 Crónicas 8, 16)

  • Pues los amonitas y los moabitas se echaron sobre los habitantes de los cerros de Seír para destruirlos y acabar con ellos; y cuando acabaron con ellos, se mataron unos a otros. (2 Crónicas 20, 23)

  • El sumo sacerdote Azarías y todos los sacerdotes, al mirarlo, vieron que tenía lepra en la frente. Por lo cual lo echaron de allí rápidamente; y él mismo se apresuró a salir porque Yavé lo había herido. (2 Crónicas 26, 20)

  • El rey debe estar informado de que los judíos que subieron de tu lado hacia nosotros y llegaron a Jerusalén están construyendo esta ciudad rebelde y mala; tratan de levantar las murallas y ya echaron los cimientos. (Esdras 4, 12)

  • Pero después, indóciles, se rebelaron contra ti, se echaron tu Ley a la espalda, mataron a los profetas que los invitaban a volver a ti, y cometieron contra ti grandes pecados. (Nehemías 9, 26)

  • y los condujo hasta el Sinaí y Cadés-Barne. Echaron a todos los habitantes del desierto, (Judit 5, 14)

  • Cuando regresó el rey del jardín, vio que Amán estaba inclinado sobre el sofá donde descansaba Ester. «¡¿Y todavía te atreves a violentar a la reina en mi propio palacio?!», gritó. Y a una orden suya le echaron a Amán un paño sobre la cabeza. (Ester 7, 8)

  • Lo miraron de lejos y no lo reconocieron. Entonces se pusieron a llorar a gritos; rasgaron sus vestidos y se echaron polvo sobre la cabeza. (Job 2, 12)

  • En mi comida me echaron veneno, y para la sed me dieron vinagre. (Salmos 69, 22)


“Nossa Senhora recebeu pela inefável bondade de Jesus a força de suportar até o fim as provações do seu amor. Que você também possa encontrar a força de perseverar com o Senhor até o Calvário!” São Padre Pio de Pietrelcina