Encontrados 2408 resultados para: enemigos de israel

  • Y bendito sea el Dios Altísimo, porque entregó a tus enemigos en tus manos.» Y Abram le dio la décima parte de todo lo que llevaba. (Génesis 14, 20)

  • te colmaré de bendiciones y multiplicaré tanto tus descendientes, que serán tan numerosos como las estrellas del cielo o como la arena que hay a orillas del mar. Tus descendientes se impondrán a sus enemigos. (Génesis 22, 17)

  • Y bendijeron a Rebeca, diciendo: «Hermana nuestra, ojalá des vida a multitudes, y que tus descendientes se impongan a sus enemigos.» (Génesis 24, 60)

  • Y el otro le dijo: «En adelante ya no te llamarás Jacob, sino Israel, o sea Fuerza de Dios, porque has luchado con Dios y con los hombres y has salido vencedor.» (Génesis 32, 29)

  • Por esta razón los hijos de Israel no comen, hasta el día de hoy, el nervio del muslo, porque tocó a Jacob en la ingle, sobre el nervio del muslo. (Génesis 32, 33)

  • Allí construyó un altar, llamando a este lugar: «El, el Dios de Israel.». (Génesis 33, 20)

  • Cuando los hijos de Jacob volvieron del campo, se enteraron de lo que había pasado. Estos hombres se enojaron muchísimo porque se había cometido una infamia en Israel; alguien había abusado de la hija de Jacob, cosa que no debe hacerse. (Génesis 34, 7)

  • diciendo: «Tu nombre es Jacob, pero desde ahora no te llamarás más Jacob, sino que tu nombre será Israel.» Así, pues, le puso por nombre Israel. (Génesis 35, 10)

  • Partió después Israel y levantó sus tiendas más allá de Migdal-Eder. (Génesis 35, 21)

  • Mientras Israel moraba en aquella tierra, ocurrió que Rubén se acostó con Bilá, concubina de su padre, e Israel llegó a saberlo. Jacob tuvo doce hijos: (Génesis 35, 22)

  • Estos son los reyes que reinaron en Edom, antes de hubiera reyes en Israel. (Génesis 36, 31)

  • Israel quería a José más que a sus otros hijos, pues le había nacido en su ancianidad; incluso le había hecho una túnica con mangas. (Génesis 37, 3)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina