Encontrados 345 resultados para: espada

  • Respondió el sacerdote: «Ahí está la espada de Goliat, el filisteo que mataste en el valle del Terebinto. Está envuelta en un paño detrás del efod; si deseas, tómala; porque aquí no hay más que ésa.» Dijo David: «Dámela, no hay otra como ella.» (1 Samuel 21, 10)

  • Este consultó por él a Yavé, le dio alimentos, y lo que es más, la espada de Goliat, el filisteo.» (1 Samuel 22, 10)

  • Saúl le dijo: «Oye, hijo de Ajitub, ¿por qué te has unido con el hijo de Jesé en mi contra? Le diste pan y una espada y consultaste a Dios por él, para que se rebelara contra mí, y me tendiera emboscadas como ahora está sucediendo.» (1 Samuel 22, 13)

  • Entonces él dijo a sus hombres: «Pónganse su espada.» Todos se la pusieron, incluyendo a David. Le siguieron unos cuatrocientos hombres, quedándose doscientos con el equipaje. (1 Samuel 25, 13)

  • Saúl dijo entonces a su escudero: «Saca tu espada y traspásame, no sea que lleguen esos infieles a burlarse de mí.» Pero el escudero no se atrevió a hacerlo, pues estaba temblando de miedo. Entonces Saúl se arrojó sobre su espada. (1 Samuel 31, 4)

  • Viendo que Saúl había muerto, su escudero se arrojó también sobre su espada, y murió junto a él. (1 Samuel 31, 5)

  • Se lamentaron, lloraron y ayunaron hasta la noche por Saúl y por su hijo Jonatán, por el pueblo de Yavé y por la nación de Israel, porque habían caído por la espada. (2 Samuel 1, 12)

  • El escudo de Saúl no estaba ungido con aceite sino con la sangre de los heridos y con la grasa de los guerreros.El arco de Jonatán no retrocedió jamás ni la espada de Saúl se blandía en vano. (2 Samuel 1, 22)

  • Cada uno tomó a su enemigo por la cabeza y le clavó la espada en el costado; así murieron todos a la vez. Por eso se llamó a aquel lugar «Campo de los Costados», y está cerca de Gabaón. (2 Samuel 2, 16)

  • Abner llamó a Joab y le dijo: «¿Hasta cuándo va a seguir matando la espada? ¿No sabes que esto terminará en una desgracia? ¿Qué esperas para decir al pueblo que deje de perseguir a sus hermanos?» (2 Samuel 2, 26)

  • Que el castigo por la muerte de Abner caiga sobre Joab y su descendencia. Que nunca falte entre ellos quien sufra de hemorragia o de lepra, o que se apoye en un bastón, o alguien que caiga bajo la espada o no tenga qué comer.» (2 Samuel 3, 29)

  • David dijo al mensajero: «Trata de reanimar a Joab con este mensaje mío: No te aflijas por este asunto, porque la espada devora hoy a unos y al día siguiente a otros. Refuerza tu ataque contra la ciudad y destrúyela. Así tú le darás ánimo.» (2 Samuel 11, 25)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina