Encontrados 84 resultados para: eterna

  • Se sacrificó para salvar a su pueblo y ganarse una fama eterna. (1 Macabeos 6, 44)

  • En las frecuentes guerras libradas en nuestro país, Simón, hijo de Matatías, sacerdote de la familia de Joarib, y sus hermanos, han arriesgado sus vidas y se han levantado contra los enemigos de su nación para mantener el Templo y la Ley, conquistando gloria eterna para su nación. (1 Macabeos 14, 29)

  • En el momento de entregar el último suspiro dijo: «Asesino, nos quitas la presente vida, pero el Rey del mundo nos resucitará. Nos dará una vida eterna a nosotros que morimos por sus leyes.» (2 Macabeos 7, 9)

  • porque la riqueza no es eterna y las reservas no duran generaciones. (Proverbios 27, 24)

  • Es la irradiación de la luz eterna, el espejo sin tacha de la actividad de Dios y la imagen de su perfección. (Sabiduría 7, 26)

  • Ustedes que temen al Señor, esperen recibir todo lo que vale la pena: esperen misericordia y alegría eterna. (Sirácides (Eclesiástico) 2, 9)

  • Todo lo que vive envejece como un vestido; es la ley eterna: ¡tú morirás! (Sirácides (Eclesiástico) 14, 17)

  • Concluyó con ellos una Alianza eterna y les enseñó sus decretos. (Sirácides (Eclesiástico) 17, 12)

  • El Señor les dio una bella gloria, que es una parte de su gloria eterna. (Sirácides (Eclesiástico) 44, 2)

  • y por ahí regresarán los libertados por Yavé; llegarán a Sión dando gritos de alegría, y con una dicha eterna reflejada en sus rostros; la alegría y la felicidad los acompañarán y ya no tendrán más pena ni tristeza. (Isaías 35, 10)

  • Pues así habla el Altísimo, que vive en su morada eterna, y cuyo Nombre es santo: «Yo vivo en lo alto y me quedo en mi santidad, pero también estoy con el hombre arrepentido y humillado, para reanimar el espíritu de los humildes y a los de corazón quebrantado. (Isaías 57, 15)

  • Ya no tendrás necesidad del sol para que alumbre tu día, ni de la luna para la noche. Porque Yavé será tu luz eterna, y tu Dios, tu esplendor. (Isaías 60, 19)


“Todas as percepções humanas, de onde quer que venham, incluem o bem e o mal. É necessário saber determinar e assimilar todo o bem e oferecê-lo a Deus, e eliminar todo o mal.” São Padre Pio de Pietrelcina