Encontrados 69 resultados para: expiación

  • Este hombre devolverá lo que no dio para el santuario y lo dará al sacerdote, agregando una quinta parte. El sacerdote hará la expiación por él, ofreciendo el carnero por el pecado, y quedará perdonado. (Levítico 5, 16)

  • Si lo juzgas conveniente, traerá al sacerdote un carnero sin defecto, una res de ganado menor. El sacerdote hará la expiación por él, pues lo hizo sin advertencia, y quedará perdonado. (Levítico 5, 18)

  • El sacerdote hará la expiación por esta persona en presencia de Yavé, y le será perdonado el pecado que haya cometido.» (Levítico 5, 26)

  • En cambio, siempre que la sangre de la víctima por el pecado haya sido introducida en la Tienda de las Citas para hacer la expiación, no se comerá, sino que se echará al fuego. (Levítico 6, 23)

  • El ritual será el mismo para la víctima por el pecado y para la víctima por el delito. La víctima pertenece al sacerdote que hace la expiación. (Levítico 7, 7)

  • Moisés lo sacrificó. Mojando sus dedos en la sangre, untó con ella las esquinas del altar, para consagrarlo. Después derramó el resto de la sangre al pie del altar; de esta manera lo consagró, haciendo por él la expiación. (Levítico 8, 15)

  • Moisés añadió: Acabamos de hacer lo que Yavé ordenó: hicimos la expiación por ustedes. (Levítico 8, 34)

  • Y Moisés dijo a Aarón: «Acércate al altar y ofrece tu sacrificio por el pecado y tu holocausto, haciendo así la expiación por ti mismo y por los tuyos. También presenta la ofrenda del pueblo y haz la expiación por ellos, como Yavé lo ha ordenado.» (Levítico 9, 7)

  • Después presentó la ofrenda del pueblo. Tomó el macho cabrío por la expiación por el pueblo. Lo sacrificó como el primero e hizo la expiación. (Levítico 9, 15)

  • y dijo: «¿Por qué no comieron en lugar sagrado la víctima del sacrificio de expiación? Pues era cosa muy santa que se les daba a ustedes para quitar la falta de la comunidad y para conseguir de Yavé su perdón. (Levítico 10, 17)

  • El sacerdote lo ofrecerá ante Yavé haciendo expiación por ella, y quedará purificada del flujo de su sangre. Esta es la ley referente a la mujer que da a luz a un niño o una niña. (Levítico 12, 7)

  • Si la mujer no puede ofrecer una res menor, ofrecerá dos tórtolas o dos pichones, uno como holocausto y otro como sacrificio por el pecado; el sacerdote hará expiación por ella y quedará pura.» (Levítico 12, 8)


“A sua casa deve ser uma escada para o Céu”. São Padre Pio de Pietrelcina