Encontrados 381 resultados para: familia real
David dijo a Aquís: «Si es que cuento con tu amistad, dame, por favor, un lugar en una de las ciudades del territorio para residir en ella. ¿Por qué ha de residir tu siervo a tu lado, en la ciudad real?» (1 Samuel 27, 5)
Hizo subir también a los que estaban con él, cada uno con su familia, y se establecieron en los pueblos de Hebrón. (2 Samuel 2, 3)
Fue larga la guerra entre la gente de Saúl y la de David; pero mientras David se iba fortaleciendo, la familia de Saúl se debilitaba. (2 Samuel 3, 1)
Abner se enojó mucho por estas palabras y respondió: «¿Soy yo un perro? Yo me he portado muy bien con la familia de Saúl, tu padre, con sus hermanos y amigos, y no te he entregado en manos de David. Y ahora, ¿me reprochas por una mujer? (2 Samuel 3, 8)
que quitaría la realeza a la familia de Saúl y que daría a David el reinado sobre Israel y Judá, desde Dan hasta Bersebá.» (2 Samuel 3, 10)
Allí permaneció tres meses y Yavé bendijo a Obededom y a toda su familia. (2 Samuel 6, 11)
Dijeron al rey que Yavé hacía prosperar la familia de Obededom y todas sus cosas a causa del Arca de Dios. Entonces, David decidió subir el Arca desde la casa de Obededom a la ciudad de David. El transporte se hizo con alegría. (2 Samuel 6, 12)
Cuando David se volvía para bendecir a su familia, Micol, hija de Saúl, le salió al encuentro y le dijo: «¡Qué honor más grande para el rey de Israel haberse hoy mostrado medio desnudo a los ojos de las mujeres de sus servidores, como si fuese un cualquiera!» (2 Samuel 6, 20)
David le respondió: «Yo danzaba en presencia de Yavé. Juro por él, que me prefirió a tu padre y a toda tu familia para hacerme jefe de Israel, su pueblo, que yo volveré a danzar delante de Yavé, (2 Samuel 6, 21)
Ahora, Señor Yavé, guarda siempre la promesa que has hecho a tu siervo y a su familia y actúa como tú lo has dicho. (2 Samuel 7, 25)
Que tu nombre sea glorificado por siempre, y que todos di gan: «Yavé Sebaot es Dios en Israel.» La familia de tu servidor David estará firme ante ti, (2 Samuel 7, 26)
pues tú, Yavé de los ejércitos, Dios de Israel, le ase guraste a tu servidor que no desaparecería su familia. Por eso, tu servidor se ha atrevido a di rigirte esta plegaria. (2 Samuel 7, 27)