Encontrados 536 resultados para: fiesta de los judíos
Los que no eran judíos se alegraban al oír estas palabras y tomaban en consideración el mensaje del Señor. Y creyeron todos los que estaban destinados para una vida eterna. (Hecho de los Apóstoles 13, 48)
Pero los judíos incitaron a mujeres distinguidas de entre las que temían a Dios y también a los hombres importantes de la ciudad y promovieron una persecución contra Pablo y Bernabé hasta que los echaron de su territorio. (Hecho de los Apóstoles 13, 50)
En Iconio ocurrió lo mismo. Pablo y Bernabé entraron en la sinagoga de los judíos y hablaron de tal manera que un gran número de judíos y griegos abrazaron la fe. (Hecho de los Apóstoles 14, 1)
Pero entonces los judíos que se negaron a creer excitaron y envenenaron los ánimos de los paganos contra los hermanos. (Hecho de los Apóstoles 14, 2)
La población de la ciudad se dividió, unos a favor de los judíos y otros a favor de los apóstoles. (Hecho de los Apóstoles 14, 4)
Un grupo compuesto de paganos y judíos con sus jefes al frente, se preparó para ultrajar y apedrear a los apóstoles. (Hecho de los Apóstoles 14, 5)
Se quedaron allí algún tiempo enseñando. Luego llegaron unos judíos de Antioquía e Iconio y hablaron con mucha seguridad, afirmando que no había nada de verdadero en aquella predicación, sino que todo era una mentira. Persuadieron a la gente a que les dieran la espalda y al final apedrearon a Pablo. Después lo arrastraron fuera de la ciudad, convencidos de que ya estaba muerto. (Hecho de los Apóstoles 14, 19)
Pero se levantaron algunos del grupo de los fariseos que habían abrazado la fe, y dijeron: «Es necesario circuncidar a los no judíos y pedirles que observen la ley de Moisés.» (Hecho de los Apóstoles 15, 5)
Debían entregar la siguiente carta: «Los apóstoles y los hermanos con título de ancianos saludan a los hermanos no judíos de Antioquía, Siria y Cilicia. (Hecho de los Apóstoles 15, 23)
Pablo quiso llevarlo consigo y de partida lo circuncidó, pensando en los judíos que había por aquellos lugares, pues todos sabían que su padre era griego. (Hecho de los Apóstoles 16, 3)
y el sábado salimos a las afueras de la ciudad, a orillas del río, donde era de suponer que los judíos se reunían para orar. Nos sentamos y empezamos a hablar con las mujeres que habían acudido. (Hecho de los Apóstoles 16, 13)
Y los presentaron a los magistrados diciendo: «Estos hombres son judíos y están alborotando nuestra ciudad; (Hecho de los Apóstoles 16, 20)