Encontrados 40 resultados para: fiestas

  • Esto explica que los judíos que viven en el campo o en aldeas celebren esa fecha con fiestas y banquetes el día catorce de Adar y se envíen regalos unos a otros, y, en cambio, los que habitan en las ciudades tengan como día de fiesta para intercambiarse regalos el quince del mes de Adar. (Ester 9, 19)

  • ¡Bendigan a Dios con coros, bendigan al Señor en las fiestas de Israel! (Salmos 68, 27)

  • Su Santuario quedó vacío como el desierto, y sus fiestas se convirtieron en días de luto, sus sábados fueron burlados, y su fama se cambió en desprecio. (1 Macabeos 1, 39)

  • Según él, se suprimían las víctimas consumidas por el fuego, los sacrificios y otras ofrendas en el Santuario. Se debía tener por días ordinarios no sólo los sábados, sino también las fiestas sagradas. (1 Macabeos 1, 45)

  • El séptimo mes del año ciento sesenta, con ocasión de las fiestas de los Tabernáculos, Jonatán vistió los ornamentos sagrados. También reclutó tropas y fabricó gran cantidad de armamentos. (1 Macabeos 10, 21)

  • Todas las fiestas, los sábados, las lunas nuevas, los días señalados y los tres días santos antes y después de una fiesta serán días de exención para todos los judíos de mi reino. (1 Macabeos 10, 34)

  • Estando a punto de celebrar la fiesta de la Purificación del Templo, les decimos que harán bien en celebrar asimismo ustedes estas fiestas. (2 Macabeos 2, 16)

  • Por el contrario, eran obligados a celebrar mensualmente el día del rey con un sacrificio. Así también, cuando llegaban las fiestas de Dionisio, eran obligados a seguir su desfile y a ponerse coronas de flores. (2 Macabeos 6, 7)

  • ¡Que nadie de nosotros falte a nuestra comilonas; por todas partes dejaremos recuerdos de nuestras fiestas, pues esa es nuestra herencia y nuestra suerte. (Sabiduría 2, 9)

  • Una decisión del Señor los ha hecho diferentes, él fue quien dispuso las fiestas y las estaciones. (Sirácides (Eclesiástico) 33, 8)

  • Dio esplendor a las fiestas y realzó el brillo de las solemnidades, haciendo que se alabara el nombre del Señor: desde la aurora se oía el canto sagrado. (Sirácides (Eclesiástico) 47, 10)

  • Déjense de traerme ofrendas inútiles; ¡el incienso me causa horror! Lunas nuevas, sábados, reuniones, ¡ya no soporto más sacrificios ni fiestas! (Isaías 1, 13)


“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraco com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina