Encontrados 473 resultados para: gran aflicción

  • Yavé los derrotó. Los israelitas reportaron una gran victoria en Gabaón y los persiguieron por la subida de Betorón hasta llegar a Azecá y Maquedá. (Josué 10, 10)

  • Salieron con sus tropas, una muchedumbre tan numerosa como las arenas del mar, acompañados por gran cantidad de caballos y carros de combate. (Josué 11, 4)

  • También escribió todo lo expresado en el libro de la Ley de Dios; escogió una gran piedra y la colocó debajo de la Encina que estaba en el Lugar Sagrado de Yavé. (Josué 24, 26)

  • De esta manera Madián redujo a Israel a una gran miseria y los israelitas clamaron a Yavé. (Jueces 6, 6)

  • Los persiguió desde la ciudad de Aroer hasta la entrada de Menit y Abel Queramim, tomando veinte pueblos: con esto les asestó un gran golpe. (Jueces 11, 33)

  • Jefté les respondió: «Teníamos un gran conflicto mi pueblo y yo con los amonitas; les pedí ayuda a ustedes y no me salvaron de sus manos. (Jueces 12, 2)

  • Los molió a golpes, causando un gran estrago entre ellos. Luego bajó a vivir en una cueva de la roca de Etam. (Jueces 15, 8)

  • Entonces sintió una sed terrible e invocó a Yavé diciendo: «Tú has logrado esta gran victoria por mano de tu siervo y ahora voy a morir de sed y a caer en manos de los incircuncisos.» (Jueces 15, 18)

  • Los jefes de los filisteos se reunieron para ofrecer un gran sacrificio a su dios Dagón y para hacer una gran fiesta, pues decían: «Nuestro dios ha puesto en nuestras manos a Sansón, nuestro enemigo.» Como todos se sentían alegres, dijeron: (Jueces 16, 23)

  • En los tiempos en que gobernaban los Jueces en Israel, hubo una gran hambruna en el país. Debido a eso, un hombre de Belén de Judá se trasladó a los campos de Moab con su mujer y sus dos hijos. (Rut 1, 1)

  • y le hizo el siguiente voto: «¡Oh Yavé de los Ejércitos! Si es que te dignas mirar la aflicción de tu esclava, te acuerdas de mí y no me olvidas, dame un hijo varón. Yo te lo entregaré por todos los días de su vida y la navaja no pasará por su cabeza.» (1 Samuel 1, 11)

  • No consideres a tu sierva como una mala mujer, pues si he estado orando tanto rato se debe sólo a mi gran pena y humillación.» (1 Samuel 1, 16)


“Cuide de estar sempre em estado de graça.” São Padre Pio de Pietrelcina