Encontrados 151 resultados para: guardar el sábado

  • Otro sábado Jesús había entrado en la sinagoga y enseñaba. Había allí un hombre que tenía paralizada la mano derecha. (Evangelio según San Lucas 6, 6)

  • Los maestros de la Ley y los fariseos espiaban a Jesús para ver si hacía una curación en día sábado, y encontrar así motivo para acusarlo. (Evangelio según San Lucas 6, 7)

  • Entonces Jesús les dijo: «A ustedes les pregunto: ¿Qué permite hacer la Ley en día sábado: hacer el bien o hacer daño, salvar una vida o destruirla?» (Evangelio según San Lucas 6, 9)

  • Pensaba: ¿Qué voy a hacer? No tengo dónde guardar mis cosechas. (Evangelio según San Lucas 12, 17)

  • Un sábado Jesús estaba enseñando en una sinagoga. (Evangelio según San Lucas 13, 10)

  • Pero el presidente de la sinagoga se enojó porque Jesús había hecho esta curación en día sábado, y dijo a la gente: «Hay seis días en los que se puede trabajar; vengan, pues, en esos días para que los sanen, pero no en día sábado.» (Evangelio según San Lucas 13, 14)

  • El Señor le replicó: «¡Ustedes son unos falsos! ¿Acaso no desatan del pesebre a su buey o a su burro en día sábado para llevarlo a la fuente? (Evangelio según San Lucas 13, 15)

  • Esta es hija de Abraham, y Satanás la mantenía atada desde hace dieciocho años; ¿no se la debía desatar precisamente en día sábado?» (Evangelio según San Lucas 13, 16)

  • Un sábado Jesús fue a comer a la casa de uno de los fariseos más importantes, y ellos lo observaban. (Evangelio según San Lucas 14, 1)

  • Jesús preguntó a los maestros de la Ley y a los fariseos: «¿Está permitido por la Ley curar en día sábado o no?» (Evangelio según San Lucas 14, 3)

  • Después les dijo: «Si a uno de ustedes se le cae su burro o su buey en un pozo en día sábado, ¿acaso no va en seguida a sacarlo?» (Evangelio según San Lucas 14, 5)

  • El que intente guardar su vida la perderá, pero el que la entregue, la hará nacer a nueva vida. (Evangelio según San Lucas 17, 33)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina