Encontrados 200 resultados para: libro de la ley

  • Todo esto no es más que el Libro de la Alianza del Dios Altísimo, es la Ley que nos mandó Moisés y que es el tesoro de las asambleas de Jacob. (Sirácides (Eclesiástico) 24, 23)

  • Jesús, hijo de Sirac, hijo de Eleazar de Jerusalén, fue quien puso en este libro tanta enseñanza y tanto saber; vertió en él toda la sabiduría que llevaba en su interior. (Sirácides (Eclesiástico) 50, 27)

  • Tadas las visiones han pasado a ser para ustedes como las palabras de un libro que está sellado. Si se lo pasa a uno que no sabe leer, diciéndole: «Lee esto», él contestará: «No puedo, pues el libro está sellado.» (Isaías 29, 11)

  • Aquel día, los sordos oirán las palabras de un libro, y libres de la sombra y de las tinieblas, los ojos de los ciegos volverán a ver. (Isaías 29, 18)

  • Anda, ahora, y escribe esto en una pizarra o en un libro, para que sea, en el futuro, algo que siempre los esté acusando. (Isaías 30, 8)

  • se encontrarán unos con otros. Abran el libro de Yavé y lean, ¡ven que no falta ninguno! Así es, pues su misma boca lo ha ordenado y su soplo los ha juntado. (Isaías 34, 16)

  • Haré que se ejecute con este país todo cuanto he pronunciado en su contra, todo lo que está escrito en este libro. (Jeremías 25, 13)

  • Estas son las palabras de Yavé, Dios de Israel: Escribe todo lo que te he comunicado en un libro, (Jeremías 30, 2)

  • Y Baruc, hijo de Nerías, hizo lo que le ordenó Jeremías, o sea, leer este libro en la Casa de Yavé. (Jeremías 36, 8)

  • Entonces Baruc leyó a todo el pueblo las palabras de Yavé contenidas en el libro, a la entrada de la Puerta Nueva de la Casa de Yavé, en la habitación de Guemarías, hijo de Safán. (Jeremías 36, 10)

  • Entonces los ministros enviaron a Judí, hijo de Natanías, a decir a Baruc: «Toma el rollo que has leído y ven.» Baruc tomó el libro y fue donde ellos. (Jeremías 36, 14)

  • Baruc les respondió: «Jeremías me dictaba las palabras y yo las escribía con tinta en el libro.» (Jeremías 36, 18)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.”(Pe Pio) São Padre Pio de Pietrelcina