Encontrados 68 resultados para: mataron

  • Hubo gente que conspiró contra él en Jerusalén; Amasías fue a refugiarse a Laquis, pero ellos lo persiguieron y lo mataron en esa ciudad. (2 Reyes 14, 19)

  • Al principio, cuando se establecieron allí, no veneraban a Yavé, y Yavé envió contra ellos leones que mataron a muchos. (2 Reyes 17, 25)

  • Pero los ciudadanos mataron a todos los que se habían conjurado contra el rey, y proclamaron en su lugar a su hijo Josías. (2 Reyes 21, 24)

  • Pero en el séptimo mes, Ismael, hijo de Netanías, hijo de Elisama, que era de la familia del rey, vino con diez hombres y mataron a Godolías, así como también a los judíos y caldeos que estaban con él en Mizpá. (2 Reyes 25, 25)

  • A estos dos los hombres de Gat los mataron, pues habían bajado a apoderarse de sus ganados. (1 Crónicas 7, 21)

  • Los filisteos apretaron de cerca a Saúl y a sus hijos, y mataron a Jonatán, Abinadab y Malquisua, hijos de Saúl. (1 Crónicas 10, 2)

  • El rey Roboam envió a Adoram, que estaba al frente de los trabajos del rey, pero los hijos de Israel lo mataron a pedradas y murió. (2 Crónicas 10, 18)

  • Pues los amonitas y los moabitas se echaron sobre los habitantes de los cerros de Seír para destruirlos y acabar con ellos; y cuando acabaron con ellos, se mataron unos a otros. (2 Crónicas 20, 23)

  • Cuando llegó a la casa del rey por el camino de la Entrada de los Caballos, allí la mataron. (2 Crónicas 23, 15)

  • Después fue todo el pueblo a la casa de Baal y la destruyeron, rompiendo sus altares y sus imágenes, y mataron a Matán, sacerdote de Baal, ante los altares. (2 Crónicas 23, 17)

  • A la vuelta de un año, subió contra Joás el ejército de los arameos, que invadieron Judá y Jerusalén, mataron de entre la población a todos los jefes del pueblo, y mandaron todo el botín al rey de Damasco, (2 Crónicas 24, 23)

  • Después de que Amasías se apartó de Yavé, se conjuraron contra él en Jerusalén, por lo que huyó a Laquis; pero mandaron gente en su persecución hasta Laquis y allí lo mataron. (2 Crónicas 25, 27)


“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina