Encontrados 73 resultados para: medida

  • Les dijo también: «Presten atención a lo que escuchan. La medida con que ustedes midan, se usará para medir lo que reciban, y se les dará mucho más todavía. (Evangelio según San Marcos 4, 24)

  • A medida que el niño iba creciendo, le vino la fuerza del Espíritu. Vivió en lugares apartados hasta el día en que se manifestó a Israel. (Evangelio según San Lucas 1, 80)

  • Den, y se les dará; se les echará en su delantal una medida colmada, apretada y rebosante. Porque con la medida que ustedes midan, serán medidos ustedes.» (Evangelio según San Lucas 6, 38)

  • La gente extendía sus mantos sobre el camino a medida que iba avanzando. (Evangelio según San Lucas 19, 36)

  • Aquel que Dios ha enviado habla las palabras de Dios, y Dios le da el Espíritu sin medida. (Evangelio según San Juan 3, 34)

  • a medida que se afianzaba entre ustedes el mensaje de Cristo. (1º Carta a los Corintios 1, 6)

  • Pues en la misma medida en que los sufrimientos de Cristo recaen abundantemente sobre nosotros, el consuelo de Cristo también nos llega con mayor abundancia. (2º Carta a los Corintios 1, 5)

  • Nosotros, en cambio, no pasaremos la medida cuando defendamos nuestra autoridad, pues respetaremos la medida que nos fijó Dios, -que todo lo mide bien-, al hacernos llegar hasta ustedes. (2º Carta a los Corintios 10, 13)

  • Cada uno de nosotros ha recibido su talento y Cristo es quien fijó la medida de sus dones para cada uno. (Carta a los Efesios 4, 7)

  • al impedirnos hablar a los paganos para que se salven. Lo hacen todo para colmar la medida de sus pecados, pero la condenación está para caer sobre ellos. (1º Carta a los Tesalonicenses 2, 16)

  • Te colmaré de bendiciones y te multiplicaré sin medida. (Carta a los Hebreos 6, 14)

  • Entonces se escuchó una voz de en medio de los cuatro Seres que decía: «Una medida de trigo por una moneda de plata; tres medidas de cebada por una moneda también; ya no gastes el aceite y el vino.» (Apocalipsis 6, 6)


“O temor e a confiança devem dar as mãos e proceder como irmãos. Se nos damos conta de que temos muito temor devemos recorrer à confiança. Se confiamos excessivamente devemos ter um pouco de temor”. São Padre Pio de Pietrelcina