Encontrados 368 resultados para: oración de salomón

  • Y Jesús empezó a visitar las Casas de oración de aquella gente, recorriendo toda Galilea. Predicaba y expulsaba a los demonios. (Evangelio según San Marcos 1, 39)

  • Y él les respondió: «Esta clase de demonios no puede echarse sino mediante la oración.» (Evangelio según San Marcos 9, 29)

  • Luego se puso a enseñar y les dijo: «¿No dice Dios en la Escritura: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones? ¡Pero ustedes la han convertido en una guarida de ladrones!» (Evangelio según San Marcos 11, 17)

  • Por eso les digo: todo lo que pidan en la oración, crean que ya lo han recibido y lo obtendrán. (Evangelio según San Marcos 11, 24)

  • Pero el ángel le dijo: «No temas, Zacarías, porque tu oración ha sido escuchada. Tu esposa Isabel te dará un hijo y le pondrás por nombre Juan. (Evangelio según San Lucas 1, 13)

  • Un día fue bautizado también Jesús entre el pueblo que venía a recibir el bautismo. Y mientras estaba en oración, se abrieron los cielos: (Evangelio según San Lucas 3, 21)

  • hijo de David, hijo de Jesé, hijo de Obed, hijo de Booz, hijo de Salomón, hijo de Najasón, (Evangelio según San Lucas 3, 32)

  • En aquellos días se fue a orar a un cerro y pasó toda la noche en oración con Dios. (Evangelio según San Lucas 6, 12)

  • Un día estaba Jesús orando en cierto lugar. Al terminar su oración, uno de sus discípulos le dijo: «Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos.» (Evangelio según San Lucas 11, 1)

  • La reina del Sur resucitará en el día del Juicio junto con la gente de hoy, y los acusará, porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí tienen ustedes mucho más que Salomón. (Evangelio según San Lucas 11, 31)

  • Aprendan de los lirios del campo: no hilan ni tejen, pero yo les digo que ni Salomón, con todo su lujo, se pudo vestir como uno de ellos. (Evangelio según San Lucas 12, 27)

  • Les declaró: «Dios dice en la Escritura: Mi casa será casa de oración. Pero ustedes la han convertido en un refugio de ladrones.» (Evangelio según San Lucas 19, 46)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina