Encontrados 226 resultados para: orden
Y el Dios que allí hace habitar su Nombre aplaste a todo rebelde, rey o pueblo, que vaya en contra de esto y trate de destruir esa Casa de Dios en Jerusalén. Yo, Darío, he dado esta orden. Que sea puntualmente cumplida.» (Esdras 6, 12)
Tatnaí, gobernador de la parte de acá del río, Setar-Boznaí y sus consejeros actuaron conforme a la orden del rey Darío; (Esdras 6, 13)
y los dirigentes de los judíos continuaron reconstruyendo con éxito, según lo dicho por el profeta Ageo, y Zacarías, hijo de Idó; y dieron término a la obra, según la orden del Dios de Israel y los decretos de Ciro y Darío. (Esdras 6, 14)
Yo, el rey Artajerjes, doy orden a todos los tesoreros de la parte que está al otro lado del río que cumplan exactamente todo lo que les pida Esdras, sacerdote y escriba, instruido en la Ley del Dios de los Cielos, (Esdras 7, 21)
Contó unos ciento veinte mil hombres escogidos para la guerra, y doce mil arqueros a caballo, a los que formó en orden de batalla. (Judit 2, 15)
Cumplida la orden, Judit salió con su sierva. Los hombres de la ciudad la siguieron con la mirada mientras bajaba por la montaña hasta que llegó al valle, y allí la perdieron de vista. (Judit 10, 10)
Pero la reina se negó a cumplir la orden que el rey le mandaba con sus sirvientes. (Ester 1, 12)
Sus compañeros, entonces, le dijeron: «¿Por qué no quieres cumplir la orden del rey?» (Ester 3, 3)
Por orden del soberano, los mensajeros llevaron, en el menor tiempo posible, a todas las provincias del imperio las cartas en que se mandaba masacrar, asesinar y exterminar a todos los judíos, fueran jóvenes o viejos, niños o mujeres, y apoderarse de sus bienes. (Ester 3, 13)
Cuando regresó el rey del jardín, vio que Amán estaba inclinado sobre el sofá donde descansaba Ester. «¡¿Y todavía te atreves a violentar a la reina en mi propio palacio?!», gritó. Y a una orden suya le echaron a Amán un paño sobre la cabeza. (Ester 7, 8)
En caballos del rey salieron presurosos los correos, conforme a la orden del rey y el decreto fue también publicado en la ciudad de Susa. (Ester 8, 14)
Así irán a parar al infierno el mismo día los enemigos del orden de ayer y de hoy, y tendremos en adelante un régimen estable y tranquilo.» (Ester 13, 7)