Encontrados 931 resultados para: oro

  • Las navetas de oro eran doce, llenas de incienso. Cada naveta era de diez siclos, en siclos del santuario. Los siclos de oro de las navetas sumaban en total ciento veinte. (Números 7, 86)

  • Este candelabro era de oro macizo; desde el pie hasta las flores eran de oro macizo. Hicieron el candelabro según el modelo que Yavé había mostrado a Moisés. (Números 8, 4)

  • El pueblo murmuró malvadamente a los oídos de Yavé. Yavé lo oyó y se enojó: se encendió el fuego de Yavé contra el pueblo y devoró las primeras tiendas del campamento. (Números 11, 1)

  • Tendrán que seguir esta norma por cada toro, por cada chivo, por cada cordero o por cada cabrito. (Números 15, 11)

  • Entonces brotó un fuego de Dios que devoró a los doscientos cincuenta hombres que ofrecían el incienso. (Números 16, 35)

  • Toda la comunidad se informó que Aarón había muerto; todo el pueblo de Israel lloró a Aarón por treinta días. (Números 20, 29)

  • El pueblo fue a ver a Moisés y le dijo: "Hemos pecado, hemos murmurado contra Yavé y contra ti. Ruega a Yavé por nosotros, para que aleje de nosotros las serpientes". Moisés oró por el pueblo, (Números 21, 7)

  • Porque ha salido un fuego de Jesbón, una llama de la ciudad de Sijón. ¡Devoró Ar Moab y los Baales de los lugares altos del Arnón! (Números 21, 28)

  • Balaam respondió a los servidores de Balac: "Aunque Balac me diera su casa llena de plata y de oro, no desobedecería la orden de Yavé, mi Dios, no importa que fuera para una cosa pequeña o grande. (Números 22, 18)

  • Aunque Balac me dé su casa llena de plata y de oro, no desobedeceré la orden de Yavé. Bien o mal, no haré nada por mi mismo, sino que diré lo que diga Yavé. (Números 24, 13)

  • La tierra abrió su boca y los tragó a ellos (y a Coré, cuando pereció su grupo) cuando el fuego devoró a doscientos cincuenta hombres: sirvió de escarmiento. (Números 26, 10)

  • el oro, la plata, el cobre, el hierro, el estaño y el plomo, todo lo que puede pasar por el fuego, lo purificarán con el fuego y el agua de purificación. (Números 31, 22)


“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina