Encontrados 2701 resultados para: padre e hijo

  • Pues Yavé, Dios del cielo y de la tierra, que me sacó de la familia de mi padre y del país donde nací, me prometió con juramento que entregaría este país a mis descendientes. Y enviará a su Angel delante de ti, para que traigas de allá una mujer para mi hijo. (Génesis 24, 7)

  • Si la mujer no quiere seguirte, quedarás libre de este juramento. Pero en ningún caso llevarás para allá a mi hijo.» (Génesis 24, 8)

  • No había terminado de orar, cuando salió Rebeca con su cántaro al hombro. Era la hija de Batuel, el hijo de Milcá, esposa de Najor, hermano de Abrahán. (Génesis 24, 15)

  • Ella le respondió: «Soy hija de Batuel, el hijo que Milcá le dió a Najor». (Génesis 24, 24)

  • Ahora bien, siendo ya muy anciano, su esposa Sara le ha dado un hijo al que ha dejado todo lo que posee. (Génesis 24, 36)

  • Mi patrón me hizo jurar y me ordenó: «No buscarás esposa para mi hijo de entre las mujeres cananeas, en cuyo país vivo, (Génesis 24, 37)

  • sino que irás a la tierra de mi padre y buscarás en mi familia una esposa para mi hijo.» (Génesis 24, 38)

  • El me contestó: «Yavé, al que he servido siempre, mandará a su Angel para que te acompañe, y resulte tu viaje. Tomarás una mujer para mi hijo de entre mi parentela y de la casa de mi padre. (Génesis 24, 40)

  • Y si me responde: ´Toma, y luego sacaré más agua para tus camellos´, que ésa sea la mujer que Yavé tiene destinada para el hijo de mi patrón. (Génesis 24, 44)

  • En seguida le pregunté: «¿De quién eres hija?» Me respondió: «Soy hija de Batuel, el hijo de Najor y de Milcá». Entonces le puse el anillo en su nariz y los brazaletes en sus brazos, (Génesis 24, 47)

  • e hincándome de rodillas, adoré a Yavé, bendiciendo al Dios de mi patrón Abrahán, que me había conducido por el buen camino para conseguir para su hijo a la hija del hermano de mi patrón. (Génesis 24, 48)

  • Ahí tienes a Rebeca: tómala y llévala contigo. Que sea la esposa del hijo de tu patrón, como Yavé lo ha dispuesto.» (Génesis 24, 51)


“Cuide de estar sempre em estado de graça.” São Padre Pio de Pietrelcina