Encontrados 42 resultados para: pecho

  • El sacerdote lo mecerá todo delante de Yavé como se hace con las ofrendas. Son cosas consagradas y pertenecen al sacerdote, lo mismo que el pecho que fue mecido y el pernil que fue ofrecido. Hecho esto, el nazireo ya podrá beber vino. (Números 6, 20)

  • Para ti será su carne como asimismo el pecho que se haya mecido y la espaldilla derecha. (Números 18, 18)

  • Por fuera la espada hará estragos y dentro reinará el espanto. Caerán sobre el joven y la doncella, el niño de pecho y el viejo encanecido. (Deuteronomio 32, 25)

  • Elcaná le respondió: «Haz lo que mejor te parezca, quédate hasta que ya no le des el pecho; yo suplicaré a Yavé que cumpla su palabra.» Y Ana se quedó en su casa amamantando al hijo mientras fue necesario. (1 Samuel 1, 23)

  • Se arranca al huérfano del pecho materno, se toma en prenda el hijo del pobre. (Job 24, 9)

  • Mi corazón se estremece en mi pecho, una angustia mortal me sobrecoge; me invaden el miedo y el terror y el pavor me atenaza. Y yo dije: (Salmos 55, 6)

  • Perecieron jóvenes y viejos; fueron asesinados hombres, mujeres y niños y pasaron por la espada tanto a niños de pecho como a muchachos. (2 Macabeos 5, 13)

  • ¡Ah, si tú fueras hermano mío, alimentado con el pecho de mi madre! Te podría besar al encontrarte afuera sin que me despreciaran. (Cantar 8, 1)

  • Gime amargamente, golpéate el pecho, haz el velorio como conviene por uno o dos días para marcar la separación, luego consuélate de tu tristeza. (Sirácides (Eclesiástico) 38, 17)

  • El niño de pecho jugará sobre el nido de la víbora, y en la cueva de la culebra el pequeñuelo meterá su mano. (Isaías 11, 8)

  • - ¿A quién le está enseñando la lección o quién quiere que le atienda sus explicaciones? ¡Los niños que recién dejaron el biberón, los niñitos que acabaron de tomar pecho! (Isaías 28, 9)

  • Pues Yavé lo asegura: Yo voy a hacer correr hacia ella, como un río, la paz, y como un torrente que lo inunda todo, la gloria de las naciones. Ustedes serán como niños de pecho llevados en brazos y acariciados sobre las rodillas. (Isaías 66, 12)


“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina