Encontrados 603 resultados para: pena de muerte

  • De los que huyeron al desierto hacia la peña de Rimmón, seiscientos hombres escaparon. (Jueces 20, 47)

  • Entonces la comunidad envió mensajeros a los benjaminitas que estaban en la peña de Rimmón para hacer las paces. (Jueces 21, 13)

  • Donde tú mueras, allí también quiero morir y ser enterrada yo. Que el Señor me castigue como es debido si no es la muerte la que nos separe.» (Rut 1, 17)

  • No consideres a tu sierva como una mala mujer, pues si he estado orando tanto rato se debe sólo a mi gran pena y humillación.» (1 Samuel 1, 16)

  • Yavé es quien da muerte y vida, quien hace bajar al lugar de los muertos y volver a la vida. Yavé da y quita riquezas, humilla y ensalza. (1 Samuel 2, 6)

  • Le puso al niño el nombre de Icabod, o sea «Desapareció la gloria», aludiendo a la captura del Arca de Dios y a la muerte de Helí y de su marido. (1 Samuel 4, 21)

  • Por esto, hicieron llamar a los jefes de las ciudades de los filisteos, a los cuales dijeron: «Devuelvan el Arca del Dios de Israel; que vuelva a su lugar y no nos haga morir a todos.» Porque se difundía por todas las ciudades el terror de la muerte, ya que la mano de Dios se había sentido duramente allí. (1 Samuel 5, 11)

  • Jonatán dio muerte al gobernador filisteo de Guibea, lo que llegó a oídos de los filisteos. (1 Samuel 13, 3)

  • Entonces Saúl mandó divulgar por todo el país a son de trompetas este bando: «¡Que lo sepan todos los hebreos!» Todo Israel supo esta noticia: «Saúl ha dado muerte al gobernador filisteo y, por esto, Israel está en guerra con los filisteos.» Y el pueblo se reunió junto a Saúl en Guilgal. (1 Samuel 13, 4)

  • Pero el pueblo dijo a Saúl: «¿Acaso va a morir Jonatán, que acaba de dar a Israel esta gran victoria? ¡Ni siquiera pensarlo! Por la vida de Yavé, no caerá en tierra ni un cabello de su cabeza, porque con ayuda de Dios lo hizo.» Así el pueblo liberó a Jonatán de la muerte. (1 Samuel 14, 45)

  • Saúl respondió a Samuel: «Yo hice lo que me ordenó: traje prisionero a Agag, rey de Amalec, y condené a muerte a todos los amalecitas. (1 Samuel 15, 20)

  • Después se retiró Samuel para Ramá, y Saúl a su casa en Guibea de Saúl. Samuel no vio más a Saúl hasta el día de su muerte. Y lloraba por él, porque Yavé se había arrepentido de haberlo hecho rey de Israel. (1 Samuel 15, 34)


“Quando fizer o bem, esqueça. Se fizer o mal, pense no que fez e se arrependa.” São Padre Pio de Pietrelcina