Encontrados 36 resultados para: perfecto

  • y cuando llegue lo perfecto, lo que es limitado desaparecerá. (1º Carta a los Corintios 13, 10)

  • hasta que todos alcancemos la unidad en la fe y el conocimiento del Hijo de Dios y lleguemos a ser el Hombre perfecto, con esa madurez que no es menos que la plenitud de Cristo. (Carta a los Efesios 4, 13)

  • No creo haber conseguido ya la meta ni me considero un «perfecto», sino que prosigo mi carrera hasta conquistar, puesto que ya he sido conquistado por Cristo. (Carta a los Filipenses 3, 12)

  • A ese Cristo anunciamos cuando amonestamos a cada uno y le enseñamos la sabiduría, pues queremos que cada uno llegue a ser «perfecto» en Cristo. (Carta a los Colosenses 1, 28)

  • y se revistieron del hombre nuevo que no cesa de renovarse a la imagen de su Creador, hasta alcanzar el perfecto conocimiento. (Carta a los Colosenses 3, 10)

  • Por encima de esta vestidura pondrán como cinturón el amor, para que el conjunto sea perfecto. (Carta a los Colosenses 3, 14)

  • Dios, del que viene todo y que actúa en todo, quería introducir en la Gloria a un gran número de hijos, y le pareció bien hacer perfecto por medio del sufrimiento al que se hacía cargo de la salvación de todos; (Carta a los Hebreos 2, 10)

  • Así, pues, todo es insuficiente en los sumos sacerdotes que la Ley establece, mientras que ahora, después de la Ley, Dios habla y pronuncia un juramento para establecer al Hijo eternamente perfecto. (Carta a los Hebreos 7, 28)

  • Cristo vino como el sumo sacerdote que nos consigue los nuevos dones de Dios, y entró en un santuario más noble y más perfecto, no hecho por hombres, es decir, que no es algo creado. (Carta a los Hebreos 9, 11)

  • que les haga adquirir todo lo que es perfecto, para que así cumplan su voluntad, pues él pone en nosotros lo que le agrada, por Cristo Jesús, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén (Carta a los Hebreos 13, 21)

  • y todos tenemos nuestras fallas. El que no peca en palabras es un hombre perfecto de verdad, pues es capaz de dominar toda su persona. (Carta de Santiago 3, 2)

  • En el amor no hay temor. El amor perfecto echa fuera el temor, pues hay temor donde hay castigo. Quien teme, no conoce el amor perfecto. (1º Carta de Juan 4, 18)


O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina