Encontrados 76 resultados para: promesa divina

  • cuando hizo un juramento al Señor, una promesa al Fuerte de Jacob: (Salmos 132, 2)

  • A consecuencia de la intervención divina se quedó mudo y no tenía esperanza de salvar su vida. (2 Macabeos 3, 29)

  • Entonces los cobardes y los que no tenían confianza en la justicia divina se dieron a la fuga. (2 Macabeos 8, 13)

  • Todo lo que él hace llega a su tiempo; pero ha puesto la eternidad en sus corazones, y el hombre no encuentra el sentido de la obra divina desde el principio al fin. (Eclesiastés (Qohelet) 3, 11)

  • Si has hecho una promesa a Dios, no tardes en cumplirla, pues Dios no ama a los tontos: Si lo has prometido, hazlo. (Eclesiastés (Qohelet) 5, 3)

  • no sea que por eso sufras un percance y deberás confesar ante su ángel: "¡No lo había pensado!" ¿Necesitas de una promesa que va a irritar a Dios y acarrearte sinsabores? (Eclesiastés (Qohelet) 5, 5)

  • Tus santos hijos, la raza de los buenos, ofrecieron pues en secreto el sacrificio y se comprometieron a observar esa ley divina: el pueblo seguiría siendo solidario tanto en los éxitos como en los peligros; después de lo cual entonaron los cantos de sus padres. (Sabiduría 18, 9)

  • El hombre inteligente pone su confianza en la Ley; para él la Ley es digna de fe como una respuesta divina. (Sirácides (Eclesiástico) 33, 3)

  • A Isaac le renovó esa promesa, debido a Abrahán su padre. (Sirácides (Eclesiástico) 44, 22)

  • Pues también caerán bajo el dominio de naciones más poderosas y de grandes reyes, y les pagaré según sus actos y según la obra que hicieron sus manos. Visión de la copa de la ira divina. Lo que profetizó Jeremías contra todas las naciones: (Jeremías 25, 14)

  • «Cuando se cumplan los setenta años en Babilonia, los visitaré y cumpliré mi promesa de hacerlos volver a su país. (Jeremías 29, 10)

  • Se acerca ya el momento, dice Yavé, en que cumpliré la promesa que hice a la gente de Israel y a la de Judá: (Jeremías 33, 14)


“Que Jesus reine sempre soberano no seu coração e o faça cada vez mais digno de seus divinos dons.” São Padre Pio de Pietrelcina