Encontrados 49 resultados para: provincia

  • Pero se dio cuenta que el dinero faltaba en sus tesoros y que los impuestos de la provincia habían bajado debido a las divisiones y miserias que él mismo había causado en el país, al cambiar las leyes vigentes desde los primeros tiempos. (1 Macabeos 3, 29)

  • Con ellos mandó cuarenta mil soldados de a pie y siete mil de caballería para que fueran a la provincia de Judea y la saquearan, conforme a lo ordenado por el rey. (1 Macabeos 3, 39)

  • Los mercaderes del país, al conocer su llegada, se presentaron en el campamento con mucha plata, oro y cadenas para comprar como esclavos a los israelitas. Se les unió también el ejército de Siria y de la provincia de los filisteos. (1 Macabeos 3, 41)

  • En vista de eso, Judas declaró la guerra a los hijos de Esaú, en Idumea y la provincia de la Acrabatane, porque ésos cercaban a Israel, y les dio un golpe mortal; los humilló y se apoderó de sus despojos. (1 Macabeos 5, 3)

  • Luego puso la provincia en manos de Alcimo, le dejó un ejército para ayudarlo y volvió donde el rey. (1 Macabeos 7, 20)

  • Entonces los de Gaza le pidieron la paz, y les fue otorgada; tomó en rehenes a los hijos de sus jefes, que envió a Jerusalén. Después, atravesó la provincia hasta llegar a Damasco. (1 Macabeos 11, 62)

  • En su tiempo, los judíos consiguieron arrojar a los paganos de la provincia, especialmente a los de la ciudad de David, Jerusalén, donde habían construido una fortaleza de la que salían para profanar los límites del templo, causando graves ofensas a su santidad. (1 Macabeos 14, 36)

  • Destacó en ella soldados judíos y la fortificó para seguridad de la provincia y de la ciudad, y levantó las murallas de Jerusalén. (1 Macabeos 14, 37)

  • Si ves en una provincia al pobre oprimido, al derecho y a la justicia violados, no te sorprendas: por encima de una autoridad hay un escalón superior, y por encima de éste, otros más elevados. (Eclesiastés (Qohelet) 5, 7)

  • Y el rey concedió a Daniel un cargo importante y le dio muchos y magníficos regalos. Lo hizo gobernador de toda la provincia de Babilonia y jefe supremo de todos los sabios. (Daniel 2, 48)

  • Daniel, pues, influyó ante el rey para que encargara la administración de la provincia de Babilonia a Sidrac, Misac y Abdénago, quedando Daniel a disposición del rey. (Daniel 2, 49)

  • El rey Nabucodonosor hizo una estatua de oro de treinta metros de alto por tres metros de ancho, y la colocó en el llano de Dura, en la provincia de Babilonia. (Daniel 3, 1)


“É doce o viver e o penar para trazer benefícios aos irmãos e para tantas almas que, vertiginosamente, desejam se justificar no mal, a despeito do Bem Supremo.” São Padre Pio de Pietrelcina