Encontrados 19 resultados para: restauración divina

  • Todo Israel supo de la sentencia que Salomón había pronunciado y lo respetaron, pues vieron que había en él una sabiduría divina para hacer justicia. (1 Reyes 3, 28)

  • Lo tocante a sus hijos, la gran cantidad de impuestos que percibió y la restauración de la Casa de Dios, se halla escrito en el comentario del libro de los Reyes. En su lugar reinó su hijo Amasías. (2 Crónicas 24, 27)

  • de hermosa altivez, alegría de toda la tierra. ¡Monte Sión, morada divina, ciudad del Gran Rey! (Salmos 48, 3)

  • Se ha puesto Dios de pie en la asamblea divina para dictar sentencia en medio de los dioses: (Salmos 82, 1)

  • A consecuencia de la intervención divina se quedó mudo y no tenía esperanza de salvar su vida. (2 Macabeos 3, 29)

  • Por esto, también el Templo ha participado de las desgracias de la nación, así como después participó de su restauración, y tras haber sido abandonado en el tiempo de la ira de Dios, de nuevo fue restablecido en su gloria cuando se apaciguó el Señor Altísimo. (2 Macabeos 5, 20)

  • Entonces los cobardes y los que no tenían confianza en la justicia divina se dieron a la fuga. (2 Macabeos 8, 13)

  • Todo lo que él hace llega a su tiempo; pero ha puesto la eternidad en sus corazones, y el hombre no encuentra el sentido de la obra divina desde el principio al fin. (Eclesiastés (Qohelet) 3, 11)

  • Tus santos hijos, la raza de los buenos, ofrecieron pues en secreto el sacrificio y se comprometieron a observar esa ley divina: el pueblo seguiría siendo solidario tanto en los éxitos como en los peligros; después de lo cual entonaron los cantos de sus padres. (Sabiduría 18, 9)

  • El hombre inteligente pone su confianza en la Ley; para él la Ley es digna de fe como una respuesta divina. (Sirácides (Eclesiástico) 33, 3)

  • Pues también caerán bajo el dominio de naciones más poderosas y de grandes reyes, y les pagaré según sus actos y según la obra que hicieron sus manos. Visión de la copa de la ira divina. Lo que profetizó Jeremías contra todas las naciones: (Jeremías 25, 14)

  • Extendió lo que podía ser una mano y me agarró por los cabellos: inmediatamente el Espíritu me levantó entre el cielo y la tierra. Me llevó a Jerusalén en una visión divina hasta la entrada de la puerta que mira al norte, allí donde está el ídolo que provoca los celos del Señor. (Ezequiel 8, 3)


“O amor e o temor devem sempre andar juntos. O temor sem amor torna-se covardia. São Padre Pio de Pietrelcina