Encontrados 179 resultados para: servicio

  • Ese territorio será para los sacerdotes consagrados, esos descendientes de Sadoc que aseguraron mi servicio y no siguieron a los israelitas en su desvarío como lo hicieron los levitas. (Ezequiel 48, 11)

  • El rey conversó con ellos, y entre ellos no se encontró ningún otro como Daniel, Ananías, Misael y Azarías. Por eso, quedaron al servicio del rey. (Daniel 1, 19)

  • No hay fruto que ofrecer en la Casa de Yavé, de duelo están los sacerdotes al servicio de Yavé. (Joel 1, 9)

  • Al terminar el tiempo de su servicio, Zacarías regresó a su casa, (Evangelio según San Lucas 1, 23)

  • Fue a buscar trabajo, y se puso al servicio de un habitante del lugar que lo envió a su campo a cuidar cerdos. (Evangelio según San Lucas 15, 15)

  • Apenas desapareció el ángel que le hablaba, Cornelio llamó a dos criados y a un soldado piadoso que estaba a su servicio. (Hecho de los Apóstoles 10, 7)

  • que han consagrado su vida al servicio de nuestro Señor Jesucristo. (Hecho de los Apóstoles 15, 26)

  • «Yo soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero educado en esta ciudad. Teniendo a Gamaliel de maestro, fui instruido en la Ley de nuestros padres en la forma más seria, y era un fanático del servicio de Dios, como ustedes ahora. (Hecho de los Apóstoles 22, 3)

  • No le entreguen sus miembros, que vendrían a ser como malas armas al servicio del pecado. Por el contrario, ofrézcanse ustedes mismos a Dios, como quienes han vuelto de la muerte a la vida, y que sus miembros sean como armas santas al servicio de Dios. (Carta a los Romanos 6, 13)

  • Declaro en su favor que son fanáticos del servicio de Dios, pero en una forma equivocada. (Carta a los Romanos 10, 2)

  • Entiéndanme: Cristo se puso al servicio del pueblo judío para cumplir las promesas hechas a sus padres, porque Dios es fiel. (Carta a los Romanos 15, 8)

  • De igual manera la mujer soltera y la joven sin casar se preocupan del servicio del Señor y de ser santas en su cuerpo y en su espíritu. Mientras que la casada se preocupa de las cosas del mundo y de agradar a su esposo. (1º Carta a los Corintios 7, 34)


“O grau sublime da humildade é não só reconhecer a abnegação, mas amá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina